capitulo 13

Capitulo 13 (Paula)

Subíamos las escaleras, todos callados. Yo miraba a Maria pidiendo auxilio, porque Tom no subiría a nuestra habitación sin motivo, y en ese momento el motivo estaba más que obvio.
Llegamos a la habitación. Estaba temblando. Entonces, Maria intentó ayudar.

M: Voy un momento al baño. Paula, me acompañas???

Miré a Tom, que al mismo tiempo nos miraba extrañado. Sonreí.

P: Las chicas no pueden ir solas a ningún lado…

Y entré en el baño. María cerró la puerta y me cogió de los hombros.

M: Paula, respira hondo.
P: Mery, qué demonios hago??

M: De momento, tranquilizarte.

P: Joderrrr!!!!

M: No grites!!!

Respiré hondo.

M: Bueno, cuando salgamos del baño, yo me iré…

P: Tú no te vas a ninguna parte!!

M: Paula, tienes que hablar con él, no puedes estar evitándolo siempre!!!

P: Tienes razón…

Silencio.

M. Lo único que se me ocurre es que lo hables tranquilamente…

T: Pasa algo??

M: Sal!

Abrió la puerta y las dos salimos como si nada hubiera pasado.

M: Bueno, me voy a dar un paseo, ok??

T: Ok.

Y María salió y cerró la puerta. Hubo silencio por un rato. Yo temblaba, y Tom se dio cuenta.

T. Te pasa algo??

P: ehm… tengo frío.

T: Entonces ven y te doy calor…

Se acercó y me abrazó. Estuve a punto de dejarme llevar y echarlo todo por la borda, pero no podía hacerlo. Tom me levantó la barbilla, y una lágrima indiscreta corrió por mi mejilla.

T: Te pasa algo??

Como le respondía a esa pregunta? Sentí sus labios posarse en la lágrima, y bajar hasta llegar al cuello. Sus manos me atrajeron a él, mientras me agarraban fuertemente la cintura.
De repente, Tom intentó quitarme la camiseta. Me armé de valor, y me aparté.

P: Para, por favor…

T. Qué pasa?? No te gusta??

P: No estoy preparada…

T: Pero si ni siquiera sabes cómo se siente!!

P. Ni sé cómo se siente ni lo sabré hasta que me de la gana!

Tom sonrió y se acercó de nuevo.

T: Anda, tranquilízate…

P: No, Tom.

Me aparté.

T: Tú tranquila, confía en mí. Soy Tom Kaulitz!! Haré que lo disfrutes…

P: Hablo totalmente en serio. Si esto es lo que quieres de mí, no lo obtendrás.

Tom me miró. Abrió la boca para decir algo, pero el asombro le había dejado mudo.

T: Muy bien…

Y se encaminó hacia la puerta. Antes de cerrarla, miró una última vez hacia atrás, por si había cambiado de opinión. Lágrimas no paraban de aparecer, pero yo me mantenía firme. Cerró la puerta, y pude oír sus pasos enfadados.
Me tiré en la cama y empecé a llorar desconsoladamente.

CONTINUARÁ…