Capitulo 11

Capitulo 11 (Paula)

Cuando fuimos de compras a la mañana siguiente, las dos estuvimos bastante tiempo calladas, reflexionando sobre el otro día. Tantas cosas habían pasado tan rápido… habíamos conocido a Tokio Hotel, habíamos cenado y pasado un día entero con ellos, y Tom ya me cogía de la cintura!

M: esta tienda está bien. no??

P: Entramos?

M: Venga.

Entramos, y empezamos a buscar ropa. María estaba un poco melancólica, así que ejercí el papel de mejor amiga.

P: Te ocurre algo??

M: Eh? A mi? No…

P: No me mientas…

Maria me miró por un rato. Y luego, me condujo al vestidor para tener más intimidad.

M: Te acuerdas ayer por la noche, cuando me dejaste a solas con Bill?

P: Pasó algo??

M: Mmm… se podría decir que sí…

P: María Salmerón Jiménez!!

M. Shh… no girtes!

P: Mery, cuenta qué pasó y dejate de tonterias!!!

M: Bueno… pues nada, nos despedimos y de repente se giró, y se inclinó hacia mí… y se metió en el coche!!

P: Comoooo????

M: Paula, grita un poco más…

P: Morruda…
María se giró hacia mí.

M: Cómo que morruda??? Tom cada vez que puede te agarra la cintura!!!

P: Ya, pero hemos hablado de sus propósitos…

Nos quedamos un rato calladas. Cada vez que escuchaba su nombre, algo me ocurría, y lo peor que te puede pensar es que no sepas qué era eso. María y yo suspiramos a la vez.

M. Bill es tan maravilloso…

P: qué suerte hemos tenido, eh??

M: Puff…

Compramos alguna ropa que nos gustó, y fuimos al hotel, a arreglarnos un poco.

P: A qué hora tenemos que estar ahí?

M: A las cinco.

P: Ah. Puff… qué eternidad…

M: Una hora y media es una eternidad??

P: Estar 1 hora y media sin ellos una vez que los conoces es una eternidad!!!

Gracias al cielo, el tiempo pasó rápidamente. Bajamos con tiempo por si no había taxis, pero no tardamos en encontrar uno libre. Fuimos al hotel, pero tuvimos problemas pidiendo a la secretaria que nos dejara entrar. Finalmente Maria llamó a Bill.

M: Bill?... hola!!... Es que la secretaria no nos deja… gracias.

P: Qué te ha dicho?

M. Que ahora viene.

Y nos sentamos a esperar. Bill no tardó mucho.

B: Hola!! Perdón, pero ya conocéis a Saki…

M: Tranquilo.

Bill nos dio dos besos a cada uno, y nos indicó un ascensor.

M. A propósito de fans: no veo a muchos periodistas.

B: Es que se supone que ahora estamos en las Maldivas.

P: En las Maldivas?

B. tuvimos la suerte de salir el mismo día que un cantante, ehm… bueno, no me acuerdo de su nombre, que iba para las Maldivas, así que hicimos algunos trucos… y nadie sabe que estamos en NY!

M: Ah…

Llegamos a una sala bastante grande, con Saki guardándola. El guardaespaldas nos miró con desprecio. Me sentía tan pequeña enfrente suyo… Bill miró a Saki, y empezaron a discutir en alemán.

B. …Bitte, Saki.

Saki nos miró por última vez con desconfianza y, refunfuñando, entró en el ascensor.

B: Dankeshön!

Terminada la discusión, Tom, Georg y Gustav se acercaron a nosotras.

Gus: Hola! Qué tal anoche??

Ge: Estoy seguro que nos mancharon el nombre.

P: Qué malo!! jeje…

M. Pues no… además, nosotras tampoco es que fuéramos muy buenas…

T: Cómo que no??? Cuando empezaron a bailar, todo el mundo se quedó viéndolas…

P: …probablemente para que os presentara, y que ligaran con vosotros…
B. No, en serio, bailáis muy bien.

M. Bueno, pues gracias.

Maria y Bill se quedaron un rato mirándose.

Ge: Ehm… bueno, por qué queréis empezar??

P. elegid vosotros, nosotras no sabemos qué tenéis…

T: Cierto… bueno, a mí me gustaría empezar con el Tiwster.

P: Hombre, el Twister!!! Qué recuerdos…

B. Venga, empezamos con el Twister!

Gus: Yo le doy a la ruleta!!

Empezamos a jugar, y Gustav se sentó en una silla cercana.

Gus: A ver… pie izquierdo en círculo rojo!

Todo el mundo puso el pie izquierdo en el círculo más cercano. Y así empezó el juego. Llevábamos como media hora cuando, riendo, Bill cayó al suelo.

B. Uff!! No puedo más!!

T: Qué débil que eres, hermanito!

B: Ja, ja, como seas el siguiente en caer…

Y así fue. Después de un rato, Tom se cayó.

B: Ja!! Y ahora qué dices, eh???

Todo el mundo se rió. El juego siguió, y nadie se caía.
De repente, Tom se acercó y empezó a hacerme cosquillas.

P: Tom!!! Esto es injusto!!

Y me caí intentando pararle.

P: Tom, para u ocurrirá algo malo, en serio!

T. Párame, entonces!!

Gus: Tom, déjala respirar, que se nos ahoga!!

Tom paró, y me abrazó riendo.

T: Te he hecho daño??

P: No, tranquilo… algún día te encontraré tu punto débil!!

Ge: Bueno, Gustav, dale a la ruleta.

Cuando Maria por fin se cayó, continuamos con algunos juegos de la play, en los que la mayoría ganó Bill.

B. Yo ya sé otro juego!!

M: Cual??

B: El karaoke, por supuesto!!

Gus: Bill, eso no es justo!!!

B. Pero quiero ver como cantan ellas!

Silencio.


M. Bueno, pero sin canciones en alemán, eh?

T. Venga.

Entonces Bill conectó el Karaoke, y Georg empezó a cantar, acompañado por Maria. No cantaban mal, pero yo jamás me había reído tanto.

B. Paula, te toca a ti.

P: Bueno, con quién canto??

B: Quién no ha ido??

Gustav se levantó y cogió el micrófono. Empezó la canción. Era muy conocida, y yo había perdido la cuenta de las veces que la había cantado en la ducha.
Gustav empezó a cantar. Cantaba muy bien. Tom, como siempre, empezó a reírse, y Gustav le fulminó con la mirada.
Finalmente, canté yo. Intenté cantar lo mejor posible, y todos se quedaron callados. Yo me puse tan roja que intentaba que Tom no me mirara, pero era imposible. Tenía la mirada clavada en mí.
Me animé un poco y sonreí. La canción siguió su curso, y yo no sabía que hacer. Pensé en otras cosas, ignoré a Bill, Tom y Georg. Fue agotador, y cuando la canción terminó casi salgo corriendo a alguna puerta cercana.
Todo el mundo empezó a aplaudir.

Ge: Bueno, algo más que sepáis hacer?

M: Yo toco la guitarra y ella el piano.

B. Y como demonios os da tiempo para hacer todo esto?

M: Es que nosotras no damos giras, ni tenemos fans en el edificio donde estamos!

T: Bueno, eso también es verdad…

P. No os agobia??

Ge: Hombre, a veces sí quieres un rato de paz, o…

Gus: … o estás de mal humor…

B. … pero siempre sabes que tienes a alguien apoyándote, y eso nos ayuda mucho… y a Tom le dan entretenimiento…

Tom miró con reproche a Bill.

T. Bueno, y también, si no fuera por que Paula se puso a cantar 1000 meere en el aeropuerto, no nos hubiéramos conocido.

P: Y eso que Mery se queja de mi locura!

B: Jeje…

Ge: Mirad, hace una noche maravillosa.

Gus: Salimos un rato??

M: Venga!

P: Mery, se nos han olvidado nuestros abrigos!

T: No importa, os dejamos uno nosotros.

P: Bueno, muchas gracias…

CONTINUARÁ...