Aviso

Hallo wapas!!!
Siento no haber actualizado hoy, pero he estado con una amiga y luego me ido al cine... Mañana me voy a un volcan y no vuelvo hasta el lunes tarde... así que le dejo el blog a Mery! Aki os dejo el capi para k lo leais... y bueno, albiita, voy a poner los capis un poco mas juntos para que no pierdais el hilo, ok?? La verdad es k hasta yo me confundia... así que con el antiguo fic, mas o menos tres dias d diferencia o asi, ok??? Comentad, plis!


------------------------------- Cristina ---------------------------------------
Finalmente sólo quedaba una semana para el concierto. ¡Qué nervios! Es verdad que ya les conocía y eso, pero siempre hace ilusión… ahora Lucía y yo les veíamos muy a menudo, y yo cada día estaba más coladita por Bill. De sus ojos de miel, de su sonrisa… Nadie se había enterado de que éramos amigos, aunque las revistas ya habían empezado a sacar fotos… pero éramos amigas, simplemente, así que pronto se habían ido los rumores… Lucía tenía sus momentos amables y sus momentos malos con ellos (especialmente con Bill). Pero en este tema poco me importaba Lucía. Parecía un disco rayado: Bill… Bill… Bill… xD
Lucía salió del despacho de la tienda y me saludó con cara de sueño.
- Y bueno – empecé con una sonrisa -… ¿Qué tal con Tom? ¿Cómo estuvo?
Me miró extrañada.
- ¿Cómo estuvo el qué?
- Dímelo a mí. ¿Qué pasó anoche?
- Mmm… no lo sé. ¿Adónde fuimos?
- ¿El sexo te deja siempre así de empanada? xD
- ¿De qué… Ah – me miró con cara rara -. No pasó nada.
- Lucía, soy tu mejor amiga. Puedes decirme todo…
- No pasó nada, en serio. ¿Tú te crees que me voy a liar con el primer chico que pase?
- ¡Por eso, Lucía! ¡Es Tom Kaulitz!
- ¿En serio? ¡Quédatelo tú!
- No, ese es para ti. Yo sólo quiero a Bill…
- Pues menudo salido le has buscado a tu mejor amiga! Y encima tú, enamorada de el chico más raro de la tierra! Desde luego qué amiga…
- ¡Yo también te quiero! - de repente me acordé de algo muy importante – Lucía… esta semana no voy a poder pasarme mucho por la tienda… ¿te importa?
- Ehms… no, pero ¿por qué motivo en especial?
El motivo era que tenía que hacer la cola para el concierto porque quería estar en primera fila, pero estaba segura que Lucía se opondría totalmente, así que no sabía qué decirle…
En ese momento sonó mi móvil. Un número privado, qué raro…
- ¿Hola?
- ¡Hola, guapa! – sonó la inconfundible voz de Bill.
- ¡Bill! – Lucía entornó los ojos - ¿Qué tal?
Me aparté un poco para escuchar mejor.
- Genial! ¿Y tú?
- Ahora mismo me iba a hacer cola para el concierto.
- ¡Hala! ¡Pero si queda una semana!
- Ya, pero quiero estar en primera fila.
- Si quieres os podemos hacer un pase especial o algo…
- No, no es justo… además, el ambiente es chulísimo.
- Bueno… ¡espero verte!
- Seré la que más grite de todas.
- Jeje… ¿ Y Lucía?
- Por aquí, trabajando en tu traje… está quedando muy chulo por cierto!
- Qué bien… ehm, Cris…
- ¿Sí?
- Esto.. bueno, te lo pido a ti porque me caes genial y sé que puedo confiar en ti - ¡Oh dios! ¿qué me quería pedir? -. Necesito el mejor restaurante de Milán para una cena romántica, lo haría yo, pero tú conoces mejor esta ciudad.
Estaba a punto de pegar un salto. ¿Por qué me preguntaba esto a mí? ¿Quería invitarme? ¡Oh Dios mío! No me lo podía creer, mi sueño se estaba volviendo realidad.
- Sí, ¡por supuesto! – dije casi llorando de la alegría- Estaría encantada. ¿Qué tipo de comida te gusta?
- Por mí algo no muy raro, pero me conformo con que le guste a Lucía.
- ¿A Lucía? – no comprendía qué pintaba ella ahí.
- Sí, sí, pero no se lo digas, que quiero que sea una sorpresa, porque si no no cena conmigo ni harta de vino…
Me quedé con el teléfono en la mano sin poder ni siquiera mover un pie. ¿Lucía? ¿Lucía no le odiaba? Esta vez las lágrimas amenazaron con salir, pero por otro motivo muy diferente.
- Cris, ¿estás ahí? – dijo Bill al otro lado del teléfono con tono preocupado.
- Sí, sí, no te preocupes, no se enterará.
- Genial, Cris. ¡Te quiero, adiós!
- Adiós… yo también te quiero - se oyeron los pitidos al otro lado -… demasiado.
En ese momento mis lágrimas cayeron definitivamente. ¿y ahora qué? Llorar no arreglaba nada, pero era inevitable.
Además, Bill no iba a estar sin novia mucho tiempo, y había muchas fans que se llevarían la misma tristeza… ¡Pero es que Lucía lo odiaba!
Respiré hondo e intenté tranquilizarme. Seguro que sólo era una cena de amigos… sí, debía ser eso.
Oí pasos detrás de mí seguidos de la voz de Lucía:
- ¿Qué te pasa?
- ¿A mí? Nada…
- Pocas veces sales de hablar con Bill con lágrimas…
- Déjame!
Empujé a Lucía y salí de la tienda corriendo. Mucha gente se me quedaba mirando, pero ahora no me importaba. Estaba enfadada con el mundo entero, y no quería oír hablar de nadie, ni siquiera de Bill. ESPECIALMENTE de él…
Cuando me estaba preguntando a dónde demonios iba, ya que mi casa estaba al otro lado, choqué contra alguien.
- ¡Ay, perdón! Qué torpe soy…
- Hola, Cristina.
Levanté la mirada. Era Tom.
. ¡Tom! ¿Qué haces aquí?
Tom le dijo algo a un hombre que iba al lado suyo con una cámara en alemán y el hombre paró de grabar y se fue. Madre mía, sí que los tenía a raya…
- Pues nada… enseñando la ciudad a los paparazzis…
- Te estás arriesgando a que una oleada de fans se tire encima de ti...
- ¿Tan famosos somos aquí?
- Sí.
- Bueno, hasta el momento han sido pocas… xD ¿Qué te pasa?
Tom me había pillado secándome una lágrima que acababa de asomarse.
- N-nada.
- Anda, dímelo.
- ¡Que no me pasa nada!
Hice ademán de seguir mi camino, pero Tom me agarró del brazo.
- Tú lo que necesitas es hablar- me dijo sonriendo amistosamente-. Anda, te invito a algo.
Habría opuesto más resistencia, pero la verdad, necesitaba tomar algo y contarle todo esto a alguien, así que dejé que Tom me comprara una Coca-cola y me condujera a un banco apartado de los demás.
- bueno, cuéntame la razón de esas lágrimas.
- Es que… pues… Bill me llamó…
- Obviamente mi hermano… ¡muchacho! No se puede estar quieto…
Sonreí.
- Bueno, continúa – me dijo devolviéndome la sonrisa.
- Es que es una estupidez, Tom… en serio, parezco una cría pequeña encaprichada con un caramelo.
- Si es de mi hermano, en vez de caramelo sería verdura – dijo bromeando con cara de asco.
No pude evitar reírme.
- Venga, cuenta, lo mejor es desahogarse…
- Bueno… A mí desde siempre me ha gustado Bill… y aunque te parezca estúpido, las fans siempre tenemos nuestras esperanzas…
Tom me miró levantando las cejas pícaramente. ¡Dios mío! Con este no se podía hablar! xD
-… Sabemos que algún día alguien nos quitará las ilusiones… ¡pero es que Lucía le odia!
- ¿Qué quieres decir?
- Que Bill está enamorado.
- ¿De Lucía?
- Sí.
- ¿Y eso?
- Quiere ir a cenar con ella.
Soltó una carcajada.
- ¿Pero te lo ha dicho, o algo?
Bajé la cabeza.
- No, pero…
- Entonces no hay nada que preocuparse –dijo él con una sonrisa despreocupada -. Sabes que Bill es muy cariñoso. Si fuera por él, cenaría con todas las personas en Milán, una por una. Ya verá como es sólo para charlar un rato, por lo del traje y eso…
Tom se me acercó y me secó una lágrima. Entonces sin poder hacer otra cosa me recosté en su hombro, y él me rodeó con un brazo. No estaba muy convencida, pero Tom le conocía mejor que yo.
- Gracias, Tom.
- De nada, mujer. Nos pasa bastante: mi hermano la lía, yo lo tengo que arreglar.
Sonreí. No podía evitar sentirme mejor.
- ¿Quieres que te acompañe a casa?
- no hace falta, tranquilo.
- Venga, sí, y así me voy aprendiendo un poco de la ciudad, ahora que me he librado del paparazzi…
- Jeje…
- Me podrías enseñar la ciudad. Porque aunque esté mi hermano por medio, habrá algún sitio ahí para mí, ¿no?
Nos sonreímos.
- Claro. Pero esta semana no puedo, tengo que hacer la cola para el concierto…
- Si todavía queda una semana!
- ¡Como si quedara un mes!
- Bueno, ¿quieres que os hagamos un pase?
- Que no…
- Bueno, si cambias de idea…
- Vale. Por cierto, ¿Cuándo llegasteis a Milán?
- Ayer justo.
- ¿Y cuándo os vais?
- No lo sé… éste es el último concierto de la gira, nos encanta Milán, y no nos recompensa volver, porque tenemos la gala… así que no creo que pronto.
- Ojala…
Llegamos a mi casa.
- Bueno, muchísimas gracias, y… a ver si nos veis en el concierto!
- ¡Eso espero!
Le di un abrazo y entré con una sonrisa en los labios.

CONTINUARÁ…