Capítulo 27

Hallo mis amores!!! Como stais??? No quería ponerlo sin actualizar muxo, pero es que no hay nada que poner... xD Asi que os lo dejo... este es oficialmente el ultimo capitulo que escribimos maria y yo juntas... buaa!!! xD ke no, es broma, que keda mu poco pa vernos de nuevo!!! El caso es que espero que os guste, y cuando lea el que escribira maria, lo cuelgo, ok?? Comentad plis!!!

Capítulo 27
--------------------- Lucía ----------------------------
¡La entrevista! Se me había olvidado. Me vestí rápidamente y me recogí parte del pelo en una coleta, justo cuando llegó Bill para llevarme.
- ¿Nerviosa?
- Un poco.
Me cogió de la mano y me besó.
Y nos fuimos al estudio. Jamás pensé que acabaría en tal sitio, siempre había odiado a la gente que iba para intentar hacerse famosa… Y ahora ahí estaba yo. Salió la presentadora que me saludó amablemente.
- Encantada, señorita. ¿Nerviosa?
- Un poco.
- Bueno, pues entonces pasemos al directo.
Bill me apretó la mano.
- Bueno, Tokio hoteleras… Aquí tenemos en exclusiva a Bill Kaulitz y a Lucía Sánchez, la pareja más esperada del año.
Intenté sonreír.
- Lucía, hija del propietario de la marca GIOMANNI ha conseguido conquistar el inconquistable corazón de Bill Kaulitz. ¿Cómo lo has conseguido?
- Bueno… Eso deberías preguntárselo a él, porque al principio le odiaba con toda mi alma, así que muchos encantos no mostré…
- Sus preciosos ojos pardos me cautivaron desde el primer momento – dijo Bill sonriéndome.
Yo me ruboricé.
La entrevista pasó más o menos monótona, haciendo las típicas preguntas de “cómo os conocisteis?”, “qué planes tenéis?” bla bla bla. Hasta que al final se dieron cuenta del moratón de Bill en el labio.
- Bill, ¿y ese moratón en el labio?
- Oh, es que… Lucía, con esa cara de buena que tiene es toda una fiera!
Yo me puse tensa y le miré con cara de espanto. ¿A éste qué demonios le pasaba?
- Sí, y Bill es muy gracioso también… Se golpeó con la puerta del coche antes de venir…
Puff, casi le mato!
- Lucía, y… ¿sabes que eres una de las chicas más odiadas en este momento?
- Me lo imagino, pero no pienso en eso, y si tener a Bill tiene ese precio, estoy dispuesta a pagarlo.
- Tú y la mayoría, eres muy afortunada – dijo la presentadora despidiéndose.
En cuanto abandonamos el directo suspiré de alivio. ¡Ya pasó!
- Has estado genial, Lu – dijo Bill cogiéndome de la cintura.
- Anda, vamos, que te tengo que decir algunas palabritas sobre el labio….
Bill se rió y me besó.

----------------- Cristina ------------------------
Tom colgó.
- ¿Entonces en qué habéis quedado? – le pregunté volviendo de la cocina con dos Coca-Colas.
Dejé las bebidas en la mesilla y me senté en al lado de Tom en el sofá.
- A ver – empezó con un suspiro y jugueteó un rato con mi mano -… La Universal Japón quiere firmar un contrato con nosotras, pero intentamos hacer todo lo posible para no tener que ir a Alemania. Total, que aunque sería más difícil, nos iban a mandar el contrato aquí.
>> A todo esto, la madre de Andreas se ha puesto enferma… Así que Bill y yo hemos decidido ir a Alemania unos días para estar con Andreas y firmar el contrato allí.
- Muy bien.
- Si te quieres venir… Andreas se muere por conocerte.
Me reí y me senté en su regazo. Tom me acurruqué contra él, y me levantó la barbilla.
- ¿Qué dices? – me murmuró.
- No, prefiero quedarme. Ya me enseñarás tu país algún día con tranquilidad.
- Bueno, volveremos pronto, ¿OK?
- Tranquilo. Necesitas ponerme los cuernos por unos días.
- Jamás.
Colocó la mano en mi cuello y me acercó a su boca. Nos besamos suavemente. Pues nada, a ir acostumbrándose… No quería ni imaginar cuando llegara la gira…
- o0o0o0o0o0o0o0!!! – se oyó la voz de Bill.
Claro, no sabían que estábamos juntos… Tom sonrió y yo me puse roja.
- ¿Cuándo habéis entrado? – preguntó Tom.
- Ahora mismo – respondió Lucía con una sonrisa insinuante.
- Pero claro, para los tortolitos sólo existen ellos y no se dan cuenta de las cosas de alrededor…
Tom y yo nos miramos sonrientes.
- ¿Y desde cuando estáis juntos? – prosiguió Lucía sentándose en una silla.
- Ehm… ¿una semana?
- Más o menos.
- ¿Y no pensabais decírnoslo? – nos reprochó Bill negando con la cabeza.
- Es que con todo el lío de Tito… - dije apoyándome en el pecho de Tom.
- Mmm…
Tom me pasó una mano por debajo de mi camiseta y empezó a acariciarme la espalda. Yo le besé cariñosamente el hombro y él me sonrió.
- Uu… cómo está la pareja – murmuró Bill -… me están dando envidia…

Al día siguiente, los gemelos se fueron para Alemania, prometiendo que no tardarían ni una semana en volver, y Lucía me contó todo sobre lo que había pasado, y la cena a la que tenía que ir para arreglarlo todo.

CONTINUARÁ…