Capitulo 12

Yeiii!!!! xD El siguiente capi!!! Bueno, este es muuuy corto, sorry, pero es k no lo podíamos terminar en otro lado... el siguiente lo pondre antes, ok? Ah! Y Acabo d ver The Notebook, K bill en un video d TH TV dijo que era mu bonita... y si, me ha gustao muxoo!!! Me he puesto a llorar al final... En fin, meri la tenemos que ver juntas!!! Que nos hemos tragao todas las peliculas asi: Moulin Rouge, Tristan e Isolda (k monooo k nos dio con esa pelicula, por dios! xDDD), My Girl y... HARRY POTTER 4!!!! xDDD Que estuvimos diez dias enteros viendola sin salir afuera, toda la peña d la playa ahi metida... muchacho! xDDD En fin, que me ha gustado muxo, y que las que no la hayan visto, que la vean... Plis comentad sobre el capi! Ich liebe euch!



Capitulo 12
--------------------- Cristina --------------------
No había podido evitar ponerme un poco celosa cuando llevé a Lucía a la cena… Supongo que era normal… En fin, supongo que se pasará.
A la mañana siguiente Bill me llamó.
- ¿Quién es? – pregunté, aunque el único número privado que conocía era de Bill.
- Hola, Cris.
- Hola! ¿Qué tal, te gustó el restaurante?
- Ehms… no tuve oportunidad…
- ¿Cómo que no tuviste oportunidad?
- Lucía no quiso cenar conmigo.
- Lucía está tonta últimamente…
- Mira, Cris…
- ¿Sí?
- Lo siento si te he hecho daño, en serio.
- ¿De qué hablas?
- Que soy un imbécil.
- ¿Por?
- No sé, siento haberle prestado más atención a Lucía que a ti.
- Ah, no importa…
No pude tampoco evitar sonreír. Odiaba oír a Bill así, pero no me creía que esas palabras fueran dirigidas hacia mí.
- Puff, estoy fatal… hoy no es mi día.
- Se te nota… ¿quieres que vayamos a algún lugar, y hablamos con tranquilidad? Las conversaciones por teléfono no son muy buenas…
- Tienes razón, ¿la heladería que hay al lado de tu casa en 20 minutos?
- Por supuesto. Un beso.
Colgué, me arreglé, y bajé corriendo a la heladería, aunque iba con tiempo de sobra. Esperé un rato, y al final vi a Bill caminar hacia mí, con su arte particular… iba con la gorra y las gafas, y sus labios formaban una fina línea.
- Hola.
Bill me abrazó.
- ¿Qué tal?
- Déjate de educación y cuéntame qué ha pasado – le dije intentando sonreír.
Suspiró, y empezó a jugar con mi pelo. Me aparté un poco de él para darle un beso en la mejilla.
- Anda, empieza. No soporto verte así.
- Bueno –empezó él cogiéndome la mano y llevándome a una mesa apartada -… simplemente que Lucía al verme empezó a ponerme verde…
- ¿Por qué?
- Dijo que era imbécil, que debería haberte invitado a ti en vez de a ella, porque ella me odiaba y tú me querías, y… me dijo que ojalá no me hubiera conocido.
- Bill, no la escuches…
- Pero es que tiene razón.
Me acerqué a él, y le quité las gafas de sol. Sus ojos, a pesar de estar acompañado de unas claras ojeras, seguían teniendo un color que me fascinaba.
- Tiene razón. Te quiero.
- Y no deberías…
- Me temo que es inevitable. Y ahora sonríe y olvídate de lo de anoche, ¿eh? Ya verás cómo a Lucía se le pasará.
Bil asintió con la cabeza y me sonrió una sonrisa forzada. Iba a tener yo serias palabras con Lucía…
- En fin, ¿qué hacemos? – preguntó después de un incómodo silencio.
- ¿Qué haces normalmente?
- Pues… discutir con mi hermano, planear con David, componer…
- Bueno, pues en ese caso desahógate haciendo unas cuantas canciones, y yo me voy a casa…
- Deja que te acompañe – dijo cogiéndome la mano para que no me apartara.
Sonreí.
- Bueno, si quieres…
El trayecto fue corto, así que no hubo mucha conversación. Cuando llegamos al portal me di la vuelta.
- Hasta aquí hemos llegado.
- Cris, muchas gracias.
- A ti por confiar en mí.
Le seguía notando un poco mal.
- ¿Necesitas tomar algo, o subir?
- No, no, gracias. Estoy bien.
Inconscientemente nos fuimos acercando el uno al otro.
- Y recuerda – proseguí yo, diciendo las pocas palabras que mi corazón me dejaba al estar tan cerca de él -: no importa lo que Lucía piense de ti. Siempre hay alguien que te querrá.
- Nadie me lo ha demostrado mejor que tú.
- Es que es imposible no quererte.
En un segundo lo vi en mi mente, y en otro lo estaba haciendo. Me puse de puntillas y mis labios llegaron a los suyos. Poco a poco noté cómo sus manos rodeaban mi cintura, y las mías se apoyaban en su pecho. No podía separarme de él, ahora no. Por fin, le AMABA y él me AMABA!! Lentamente, y con un gran esfuerzo por mi parte nos separamos. Para mi gran asombro Bill tenía una lágrima en la mejilla.
- Por favor, Cris, todavía no – me susurró al oído.
Yo me quedé muy cortada, pero le comprendía, si todavía estaba mal por lo de Lucía, no estaba para muchos trotes, pero ya tendríamos tiempo, y más cuando sabía que él también me quería.

CONTINUARÁ…