Capitulo 15

Hallo wapas!!!!
Aki esta el capi 15... por cierto, mañana me voy d viaje, y no vuelvo hasta el martes o asi, asi k no podré actualizar.... :( En cuanto llegue colgare el 16, y nada... espero k os guste, y comentad!!! Ich liebe euch!!


Capitulo 15
-------------------------- Lucía -----------------------
Pensé un rato lo que me había dicho Cris. ¿Debía arreglarlo con BIll? ¿O solo me haría más daño? Al final decidí llamarle, y que fuera lo que quisiera.
- ¿Ja?
- Bill – dije. La voz casi se me quiera al pronunciar su nombre.
Silencio.
- ¿Lucía? –preguntó después.
- Sí, hola. Ehms… ¿qué tal?
- Bueno… y tú?
- No muy bien que digamos.
- ¿Por?
- Pues… Bill, te llamaba porque… - suspiré – quería disculparme.
De nuevo silencio.
- … ¿Bill?
- Ehm… estoy.
- No sé, ¿quieres que cenemos por ahí mañana para aclararlo todo?
- Bueno… vale. ¿Mañana a las 10 en el restaurante de la “vez” pasada?
- OK… Adiós.
- Adiós.
Colgué. Al oír su voz me habían dado retortijones, así que fui al baño y me quedé a gusto. Que no, es broma xD Volvamos a lo de retortijones.
Decidí no contárselo a Cris. Por la mañana vino con mil fotos y videos de la gala, pero con cara melancólica.
Cuando llegó la hora me vestí y me fui al restaurante caminando. La brisa me daba en la cara, y ahuyentaba mi dolor de cabeza y mis nervios… ¿Qué le diría? ¿Qué me diría ÉL?
Giré la calle, y paré en seco cuando le vi, apoyado en la pared con expresión nerviosa. Entonces él me vio, se enderezó y vino hacia mí con paso torpe.
- Hola – dijo con una sonrisa insegura.
- Buenas.
Nos quedamos sin saber qué decir.
- Bueno… ¿pasamos?
- Sí.
Entramos y pillamos una mesa para dos. Al principio no dijimos nada, mirábamos la carta fingiendo estar tranquilos. A veces cuando subía la mirada veía a Bill mirándome de vuelta. Los dos bajábamos la mirada, pero yo me quedaba con ganas de volver a mirarle.
Al cabo de un rato, el camarero apuntó lo que queríamos y nos quitó las cartas, apartándonos de nuestra única manera de ocultarnos el uno del otro.
- Bueno… ¿te has despedido ya de los demás? – empezó Bill.
-De Tom…
Bill asintió.
- Ah.
- Bueno, Bill, yo… yo estoy aquí porque quiero decirte que lo siento después de todo lo que te he hecho…
- No te preocupes, Lu, está olvidado.
- No, Bill, yo… Soy tonta y no sé por qué la tomé contigo… Pero que yo…
- Lucía, en serio, da igual.
La cena fue un poco incómoda, pero yo tenía que hacerle la siguiente pregunta:
- Bill…
Él levantó la vista del plato para clavar sus ojos en los míos.
- ¿Por qué te vas de Milán?
- Porque sigo con la gira.
Le miré fijamente a los ojos.
- La gira terminó hacia tiempo.
No le había quedado muy convincente de hecho se puso bastante nervioso.
- ¿Por qué te vas?
- ¿De verdad quieres saberlo?
Yo asentí.
- Porque… porque estoy totalmente loco por ti, tú eres lo único en lo que pienso estos días y porque toda esta maldita ciudad me recuerda a ti. Eres la única palabra en mi vocabulario y estoy cansado de fingir que me gusta otra. Y todo para que tú, tú que me odias y no puede ni verme, me quieras un poco más o incluso que me odies un poco menos. Lu, yo ya no puedo más…
Me quedé muda.
- Bill, yo… - se me llenaron los ojos de lágrimas.
-Lu, no hace falta que digas nada. Voy a salir de tu vida en un día, como siempre has querido, e intentaré sacarte de la mía.
- Bill, yo… no te odio.
- Pues Lu, no te entiendo, te pasas el día insultándome con tus insultos que me afectan 1000 veces más que otros, esquivándome… ¡Dame una explicación!
- Yo… yo te quiero – por fin me atreví a decir en voz alta lo que llevaba mucho tiempo evitar, lo que me daba miedo pensar, pero lo que sentía de todas maneras – Yo también estoy loca por ti, tú también eres mi única palabra en mi vocabulario… pero Cris es mi mejor amiga, y no puedo hacerle esto.
Bill se me quedó mirando inmóvil.
- Pe-pero Lu, ¿me quieres?
- Te amo.
Bill se quedó mirándome en estado de shock.
- ¡Pero eso cambia todo!
- No, Bill, no cambia absolutamente nada.
- Lucía, si tú me quieres, ya no hay nada que nos pare de estar jun-
- Bill, no me has escuchado nada! – dije con lágrimas acariciándome la mejilla cruelmente – Cris es mi mejor amiga, no puedo hacerle daño de este modo!
- ¿Qué más da Cris? ¡Me tienes a mí!
- Tú te cansarás de mí,. y te irás con alguna de otro país al poco, entonces me dejarás sola y sin mi mejor amiga. Bill no, no insistas. Hazlo por mí. Vete de Milán!
- No pienso hacerlo sin ti! – dijo agarrándome las manos.
- BIll, si de verdad me quieres no destroces mi vida! Vete de Milán y no vuelvas, no vuelvas a pronunciar mi nombre. Saldremos de nuestras vidas. Si de verdad me quieres hazlo.
- Lucía.
Ya no pude más. Me levanté y como la comida ya estaba pagada me dirigí hacia la puerta. Bill me siguió y cuando habíamos salido me cogió la mano.
- Por favor, Lucía, ven conmigo.
- No. Vete.
Él me cogió de la barbilla y me acercó a él.
- Olvídate de lo que he dicho – le susurré.
- Es imposible.
- Por favor, sal de mi vida.
- No me pidas eso.
Se me acercó más aún. Yo sabía que si me besaba ahora no tendría fuerzas para apartarme.
- Bill, hazlo por mí.
- Al menos dame un beso de despedida – me dijo con lágrimas en los ojos.
Cuando solo un soplo de brisa pasaba entre nuestros labios yo negué con la cabeza, me giré, y su beso calló en mi mejilla. Una nueva lágrima apareció en mi cara.
- Vuelve a Alemania. Hazlo por mí.
Y salí corriendo.

CONTINUARÁ…