Blog en obras! xD

Hallo chicas!!! Como stais??
Ahora mismo le estoy dando unos cuantos retoques al blog, asi que no os extrañeis si meto la pata y pongo algo donde no es, o si veis algo que no acaba, etc etc. No soy mu buena con estas cosas y ya con falta d tiempo ni os cuento xD Asi que paciencia, pero SEGUIRE ACTUALIZANDO CON NORMALIDAD TODOS LOS DIAS!!! Asi que seguid visitando el blog, y dejando comments y opiniones, que es lo que mas me gusta de hacer un blog!!
Os adorooo!!
La loca de la admi,
PauLi!!!!

Fotukiss

jueves, 23 de octubre de 2008

Capi 17 ^^

Yeeiiii!!!!!!! Mi capi favoritoo!!!! xD Bueno, me gustan todos, y hay otro que me gusta aun mas creo... no se! Bueno, aki os lo dejo, y perdon, lo quería poner ayer, pero es que he añadido una cosa al final (lo malo que es el aburrimiento xD) y tenia que pedirle permiso a mery para ponerlo... es una mierda, pero bueno... asi lo hago mas largo ^^ xD Küsse wapas ich liebe euch!!! comentad!!!

Capítulo 17
-------------------------- Cristina ---------------------------
-…ía.
Acabé la frase todavía sin comprender lo que estaba viendo. Lo habría tomado por una alucinación mía si no fuera porque la verdad se apretaba contra mi pecho como un puñal hundiéndose en mi carne poco a poco. Era Bill, y hace unos segundo había estado besando a Lucía.
- Oh no –fue lo único que dijo Lucía después de un rato de silencio.
Una lágrima acarició mi mejilla. Después cayó otra, y otra más, hasta que apenas podía ver a través de la humedad de mis ojos. Di un paso hacia atrás.
- Cris, espera – oí a Bill, pero ni siquiera su voz me impidió salir corriendo de ahí – CRIS!
Yo seguí corriendo, no sabía muy bien adónde. Con tal de que fuera lejos de ellos dos… Me dolía tod, las piernas, la cabeza…
De repente unos brazos me agarraron y me empujaron hacia atrás, justo antes de que un coche pasara veloz como un rayo a dos centímetros de mí. Un poco más, y… no quería imaginarlo.
- Cuidado – se oyó la voz de Tom detrás de mí.
Cuando salí del susto las lágrimas volvieron a invadir mis ojos. Me apoyé en el pecho de Tom, sin importarme que estuvieran dos guardaespaldas intentando apartarme, y me eché a llorar. Tom les dijo algo a los guardaespaldas, y los dos, refunfuñando, se alejaron de nosotros.
- Shh… - me susurró mientras me rodeaba con sus brazos.
Pasó un rato y yo no conseguía parar de sollozar. Tom me acunaba cuidadosamente, y esperaba a que yo terminara. Y al final, cuando no me quedaban lágrimas que llorar, él me levantó la cara y secó mis mejillas mojadas.
-¿Por qué cada vez que te chocas conmigo estás llorando? – dijo sonriéndome.
Yo intenté sonreírle de vuelta, pero apenas lo conseguí. Él me besó en la mejilla.
- Me alegro de volver a verte, Cris.
- Y-y yo…
- Pero deja de llorar, que me vas a deprimir. ¿Qué ha pasado?
- Pues… no sé… ¡Vosotros se suponía que estabais en el avión para Alemania!
- Sí, pero hubo cambio de planes.
- Ya, ya lo he visto –dije cortante, aunque no pretendía serlo. La imagen de Bill besando a Lucía me volvió a pegar.
Empecé a tiritar. Hace frío…
- ¿Tienes frío? – me preguntó Tom, observándome – Si quieres te llevo a casa o algo…
- Es que está bastante lejos. ¿Algo más cerca?
- Pues… lo más cercano es mi hotel, que está en la otra esquina.
- Pues no sé… ¿vamos un rato? Es que me estoy muriendo de frío.
- Venga.
Tom me rodeó los hombros para que entrara en calor y nos fuimos al hotel. Dios mío, pedazo de hotel! Como se suponía que no estaban ya en Milán, no había fans en la puerta, lo cual era un alivio. Ya habían sacado fotos de nosotras con ellos, pero Bill y Tom habían dejado bien claro que solo éramos amigas. Los famosos tienen también derecho de tener amigos, ¿no?
Subimos en un ascensor al final de la recepción hasta el piso más alto.
La habitación era más lujosa imposible, pero ya me había acostumbrado con todos sus videos que me había tragado…
- Bueno, pues explícame por qué casi te atropella un coche, y por qué estabas llorando.
Me senté en la cama, alicaída.
- Soy imbécil…
- ¿Por qué?
- Me comporto como una cría pequeña con Bill…. Al principio me puse un poco celosa, porque pensaba que Bill quería a Lucía, pero luego, entre todos empezasteis a convencerme de que no, y cuando ya Bill empezó a salir conmigo, estaba convencida que él me quería… Y luego, después de haber compartido tanto con él… me lo encuentro besando a Lucía – y me eché a llorar.
Tom se sentó al lado mío y me rodeó la cintura. Yo me apoyé en su pecho de nuevo. Era realmente reconfortante.
- Mi hermano, el pobre… tiene un trauma psicológico. Yo no sé cómo podéis enamoraros de él…
Levanté la vista, y vi a Tom mirándome. Tenía unos ojos preciosos…
- No se merece a alguien como tú – dijo en un susurro que recorrió toda mi piel.
Y entonces, yo creo que me volví loca. A lo mejor no. A lo mejor fue la luz de la inmensa suite. De repente, vi ante mí a Bill. Pero no el mismo Bill. Un Bill que me gustaba mucho más. Me di cuenta de que la persona que me sostenía siempre había estado ahí para mí, siempre me había escuchado, desde que nos conocimos. Los ojos de Tom me hipnotizaron, la habitación daba vueltas alrededor de nosotros…
Me acerqué a él y le besé en los labios. Sentí cómo él al principio cómo él se quedaba sin respiración de la sorpresa, pero luego empezó a devolverme el beso suavemente. Una sensación rara recorrió mi cuerpo. El ritmo en el que bailaban sus labios con los míos, era tan… tan… no sé. Cómo si dos partes de algo estuvieran buscándose toda la vida, y de repente, se encontraran, y se abrazaran, formando una sola pieza…
Me acarició el cuerpo como yo le acariciaba el suyo. Su mano entonces subió por mi pierna, por mis caderas, por debajo de mi camiseta, quitándomela poco a poco. Yo a mi vez recorrí su cara, y empujé su gorra para atrás. Escuché cómo caía al suelo vagamente. Estaba sumida en aquel beso. Estaba totalmente hechizada. Él me tumbó en la cama, y se colocó sobre mí.

La carne se me ponía de gallina cada vez que él me acariciaba mi cuello, o mi espalda desnuda. Y cada vez que me besaba, un nuevo sentimiento aparecía en mí.
- Cris… - respiró Tom.
Acaricié sus rastas rubias, su cuello, y le besé de nuevo.

Horas después…
Tom abrió los ojos de nuevo, y de nuevo se la encontró ahí, acurrucada a su lado. La observó por enésima vez en esa noche. No se cansaba de mirarla. Podía pasarse mil horas, mil días observando cada movimiento que ella producía, contando las veces en que su pecho se movía regularmente, señalando que vida latía en ella. Y cómo no iba a haber vida dentro de ella. Cristina desde el primer momento lo había impresionado con su alegría, con su risa…
Todavía era de noche, pero Tom sabía que pronto amanecería. Sin embargo, hacía frío. Entonces se dio cuenta de que ella tiritaba levemente. Instintivamente, él cogió las sábanas y la tapó delicadamente. Cristina se movió un poco, haciéndole temer que la había despertado. Pero sus ojos seguían cerrados, y en su rostro reinaba la paz de un ángel que duerme. Jamás había visto uno, pero estaba seguro de que sería algo parecido.
Bueno, Cristina nunca fue una belleza. Era guapa, y además, ella sabía explotarlo. Pero no era el tipo de chica con el que Tom había soñado. De todas maneras, había algo en ella que nadie más tenía. Que hacía que él tuviera que estar al lado suyo para sentirse completo.
Tom se sorprendió pensando cursilerías de este calibre. Y se preguntaba una y otra vez qué demonios le estaba pasando.
No pudo evitarlo. Tenía que probar sus labios de nuevo. Se acercó a ella, suavemente, y juntó su boca con la suya. Solo la había besado aquella noche, y ya no podía estar mucho tiempo sin hacerlo.
Entonces ella se despertó. Tom se apartó rápidamente. Vio cómo ella abría los ojos, confundida. Entonces, su mirada se posó en él. Tom sonrió, y ella, después de un rato, sonrió también. Todavía seguía medio dormida, se podía ver, porque sus ojos estaban mirando algo sin verlo en verdad.
Sin que Tom lo esperara, Cris levantó una mano y le acarició la mejilla. Él al principio se sorprendió un poco, pero luego relajó la cara y disfrutó de su tacto. Después de un rato, él se atrevió a levantar su mano y acariciar la mejilla de Cristina. Cristina cerró los ojos y apoyó su cara en la mano de Tom.
Entonces, ella se acurrucó en su pecho, y él rodeó su cuerpo. No tuvo que esperar mucho para sentir que Cris se había dormido de nuevo. Tom suspiró, y se durmió, enterrando su cara en el pelo de Cristina.


CONTINUARÁ…

No hay comentarios: