Blog en obras! xD

Hallo chicas!!! Como stais??
Ahora mismo le estoy dando unos cuantos retoques al blog, asi que no os extrañeis si meto la pata y pongo algo donde no es, o si veis algo que no acaba, etc etc. No soy mu buena con estas cosas y ya con falta d tiempo ni os cuento xD Asi que paciencia, pero SEGUIRE ACTUALIZANDO CON NORMALIDAD TODOS LOS DIAS!!! Asi que seguid visitando el blog, y dejando comments y opiniones, que es lo que mas me gusta de hacer un blog!!
Os adorooo!!
La loca de la admi,
PauLi!!!!

Fotukiss

viernes, 9 de enero de 2009

Capítulo 34!!!

Hallo chicas!!!
EL CAPITULO 34!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! POR FIN!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! xDDD
Bueno, espero que os guste!!! Y bueno, desgraciadamente hoy por la tarde m voy a Miami (wii!!!! voy a ir a EEUU por primera vez!!!! xD), y entonces de seguro que no voy a poder actualizar... :( Pero escribiré el fic, que ya lo tengo pensado, y en cuanto vuelva, lo cuelgo, ok??? Vuelvo el 19, así que ya veis... pero bueno, el 20 empiezo el insti, y todo va a estar ya en orden, pues actualizare normal y pondre los capis con normalidad, ok??? Un beso mis niñas os adoroo!!!!!

Capítulo 34
------------------------- Lucía -----------------------
Bill y yo nos miramos mutuamente con cara de circunstancias, pero ninguno de los dos dijo nada. Le clavé mi mirada en sus ojos color miel de los que me habia enamorado, pero ya no tenían el mismo brillo de antes, ¿me estaría desenamorando?
-¿No tienes nada que decirme?-dije suavemente, dándole lo que iba a ser mi última oportunidad para reconciliarnos.
Bill se quedó callado y se encogió de hombros mientras apartaba la mirada.

-Bueno, pues entonces ya está, no sé que pintamos aquí.
Me levanté y me dirigí a la puerta, él me siguió como un autómata, sin decir nada. Verdaderamente, podía resultar odioso.

-Bill…-dije como despedida- no sé cómo me pude enamorar de ti.

Bill fue a abrir la boca para contestar pero yo le di la espalda y salí de la casa. Bill no cerró la puerta y se quedó contemplándome.
En ese momento sonó el móvil:Tito. Una idea maliciosa llegó a mi mente, Bill se iba a enterar de lo que se perdía al no estar conmigo, y tras una sonrisa maliciosa descolgué:
-Hola Tito!-dije en tono coqueto mientras sonreía al tocarme un mechón de pelo.
Miré de reojo a Bill, había conseguido lo que quería, el cerró la puerta de un portazo.

-¡Vaya Lucía! No me esperaba esta reacción…-dijo con tono confuso- ehms… ¿ya no estás enfadada?
-Lo estoy-dije cambiando rápidamente de tono-y mucho.
Me aseguré de que Bill ya no miraba y colgué, poniendo la música más heavy que encontré en mi iPod, la cual no era mucha, todo hay que decirlo.
Pero encontré la que necesitaba, una de esas canciones que hacen que tanto grito se te meta en lo más profundo del cerebro y no te dejan pensar con claridad.

Un familiar Ferrari rojo me dio la larga. No sé por qué lo hice, quizás porque no me apetecía estar sola, así que abría la puerta del copiloto y me metí dentro.

-Lucía, ya sé que estás enfadada conmigo, pero no es razón suficiente para que vayas sola de noche… No están las cosas bien, y más cuando todo el mundo te conoce y te odia por ser la “novia de Bill Cualitz”

-Para tu información hemos cortado, gracias Tito-le dije secamente.

-Un bien que he hecho en esta vida…-dijo sonriendo con esa sonrisa falsa y odiosa.

-Mira Tito… Dices que me quieres, que me sigues queriendo… Y ambos sabemos que no has superado que te dejara-Tito fue a protestar pero le hice un gesto para que se callara y me dejara terminar- pero eso da igual, si de verdad me quisieras te gustaría verme feliz, y yo lo era con Bill, y mucho, le quería un montón y estas semanas con él han sido mucho mejores que mis dos largos años contigo. Y… no es por ofenderte ni nada de eso… Es solo que, Tito, ya estoy harta de que controles mi vida. Que haya cortado con Bill no significa que vaya a salir contigo. Yo le quería ¿vale?, estaba enamorada de él y… Tito sinceramente lo único que siento por ti es una mezcla de odio, repulsión y pena y creo que con el camino que llevas eso no va a cambiar en la vida.- lo dije todo de manera serena, no quería empezar a dar gritos y enfadarme como últimamente, que parecía que se había convertido en una especie de hobbie o algo… Le dije claramente lo que sentía sin alterarme.

Tito ni siquiera me miró, no alzó la mirada incluso cuando llegamos enfrente de mi casa, se dedicó a mirar al horizonte:
-Es aquí-me dijo con la voz más triste que le he oído a Tito, sonaba derrotado, en serio, no era el estilo de Tito, su estilo era más bien empezar a dar gritos diciendo que él era superior y que no podía rechazarle bla bla bla. Sinceramente su reacción me dejó muerta. Bien, había herido sus sentimientos, precioso.

-Tito… No era mi intención…-le toqué el brazo, pero él lo aparto.
-Lucía dejalo, ya me lo has dejado todo bien clarito como para que intentes arreglarlo… Lo siento por ser un estorbo en tu vida.

Con cara de tonta salí del coche, ¿es que en esta época todo el mundo está más susceptible o qué? A lo mejor soy yo el problema… Ya sé que Tito se lo merecía pero… es que nunca lo había visto así… En serio, voy a batir récord de pelearme con la gente. Venga, ¡llamemos a Bella y Milla a ver si ellas también se enfadan, así hacemos pleno! Mi vida es una mierda… Entré en la casa y me fui directa a la nevera, el chocolate nunca se enfadará conmigo xD xD xD

¿Por qué me iba últimamente todo tan mal? Antes de conocer a Bill era feliz, tenía todo, pero ahora… ¡ahora parecía que el centro de mi vida era él! Y… ufff… Soy subnormal en serio, lo había tenido a huevo para reconciliarme con él! Hasta me había dicho que me quería pero como siempre ahí estaba mi orgullo… Dios, soy odiosa… me enfado con todo el mundo, tiene razón Bill soy una niñata mal criada… No tengo remedio… Ahora comprendía a aquella vicheja rara de mi instituto que se cortó las venas… Sip, si todavía estuviera en el instituto hablaría con ella… Nop, dejémonos de tonterías, suicidarse cortándose las venas es la tontería más grande… pero saltando del piso de arriba no tanto… xD Bueno si, teniendo en cuenta que mi casa solo tiene dos pisos la caída no sería muy gorda y lo más probable es que me rompiera una pierna y acabara lloriqueando en el hospital, no sé… Tirarse de un edificio descartado….mmmm puedo echarme veneno en la comida pero… de donde lo saco??? Yo creo k lo mejor es morirse por saturación de pocholateeee xD Una muerte muy dulce… xD Bueno lo de mi suicidio tiene que ser algo trágico y especial, que para eso soy quien soy, no voy a suicidarme como una emo cualquiera… ¡hombre! Yo con esas cosas nada… no les doy ni agua… ¬¬ xD Así que… dejemos el tema de mi super suicidio para otro momento…

En ese momento oí un ruido fuera, el subnormal del perro del vecino ladrando… ¡señor! ¡Mátalo! Salí a la calle echa una furia.

-¡Si me suicido me quedaré en la gloria con tal de no aguantarte!- le grité al chucho asqueroso, vale, siguió ladrando, ¿veis? ¡Si es que hasta el perro pasa de mi! No me va a echar nadie de menos…

Oí cerrarse la puerta detrás mía… maldito viento… ¡Me hacía ilusión pegar el portazo!

-------------------------Bill--------------------------------------------------------------
Esta cría… me estaba volviendo loco… En serio, es que todo en ella me dejaba sin palabras… Uff… Por un lado quería pasar de ella, olvidarme y buscarme a otra (aunque creo que después de Lucía tendría que relajarme unos cuantos meses porque señor!!) Pero por otro no podía quitármela de la cabeza y eso era algo que me tenía negro.

Sonó el timbre de la puerta, ya estaban aquí Tom y Cris??? ¿¿Tan pronto?? Bueno, mejor, necesitaba hablar con alguien… O sería… Lucía… SI era ella me prometo a mi mismo no dejarla escapar y dejar las cosas claras! Ya está bien.

Pero quién estaba en la puerta no era ninguno de los tres, sino la última persona en el mundo que pensé que iría a mi casa: Tito Fabinni.

-Ehms… ¿Tito?-pregunté no muy convencido, que demonios hacía este aquí…

-SI, Bill, quién me iba a decir a mí que acabaría en tu casa…-¡joder que bien hablaba el alemán el cabrón!-pero he venido por Lucía… para aclararte lo que pasó aquella noche…
Paré en seco.
- ¿A-aquella noche? – pregunté. Había intentado olvidar todo sobre ese tema, pero, claro, ¿cómo me iba a olvidar de la única cosa que me mantenía alejado de ella?
- Sí. Pensaste que me había acostado con ella.
Sonrió, no sé si fue porque se lo estaba imaginando, o por la mueca que le hice sin darme cuenta al escuchar aquello.
- Pero no fue así – prosiguió en tono serio -. Yo no me acosté con ella. Lucía se sentía mal después de la cena, y yo simplemente la llevé a casa.
- Pero podrías haberte ido – murmuré con odio -. Conozco a Lucía. En cuanto se duerme, aunque caiga una bomba al lado suyo no se despierta.
- Pero es diferente cuando uno está enfermo.
- Sí, claro, y lo hiciste sólo por eso…
Sonrió maliciosamente.
- Reconozco que no fue sólo por eso
- Fue para darme celos. Lo planeaste todo desde el principio. Yo me enfadaría con ella y tú estarías allí para consolarla.
- En parte, sí – afirmó -, pero también lo hacía por otra cosa.
La sonrisa de repente se le borró de los labios.
- Tengo sentimientos hacia ella, como tú. Nunca dejé de quererla, aunque cortáramos. Y por eso he venido aquí, también.
Me había dejado sin palabras.
- Lucía te quiere, Bill.
Oír eso de la boca de Tito sonaba tan raro que me sentí confuso.
- Y tú eres un imbécil integral, con una sola neurona aún no utilizada en tu pequeño cerebro. Ya lo sabía, lo supe en cuanto te vi, pero no ayuda mucho a mis conclusiones que estés aquí sentado, enfadado con el mundo cuando puedes tener en tus brazos a la chica más maravillosa del mundo, cuando puedes hacerla feliz.
Aunque parecía imposible, su voz no tenía ni una pizca de otra cosa que no fuera seriedad y sabiduría. Siempre había pensado que Tito era una de esas personas que se salvan por su cara bonita y, en este caso, su dinero. Pero ahora me sentía como un crío tonto junto a una persona enormemente sabia.
- Ve a por ella, Bill. Arréglalo.
- ¿Pero tú…?
- Yo ya lo habría hecho si no fuera porque sé que te quiere a ti, y que no puedo hacer nada contra eso. Además – sus labios volvieron a cambiar de forma, dejando a la vista sus dientes blancos -, a lo mejor se cansa de ti, y sabes que soy bueno en coger rebotes.
Iba a decirle algo desagradable cuando él concluyó:
- Suerte, Bill Kaulitz.
Y dejó la casa.
Estuve como media hora sin decir absolutamente nada, sin moverme. TITO FABINNI me había visitado a MÍ para decirme que me reconciliara con LUCÍA,la chica que ÉL QUERÍA. Demasiada información para absorver de golpe.
Y para rematar, el muy cabrón tenía RAZÓN. ¿Qué demonios hacía yo aquí sentado? La quería. Con toda mi alma. Y lo único que había querido era abrazarla una vez más, sentir su aliento en el mío…
Me levanté de un salto, me vestí con su camiseta favorita, pantalones y zapatos no muy ostentosos, me puse colonia, me maqui-… No, a ella le gustaba a lo natural. Nada de maquillarse.
¿Qué le llevaba? Rosas… no, demasiado cursies… Bombones… no tenía, y no había tiempo…
Vale, no le llevaría nada. No la voy a comprar.
Ensayé mil veces las cosas que le iba a decir en el espejo, riéndome de mí mismo ante aquella situación.
- ¡A la mierda!- solté cuando me trabé por enésima vez, dando un golpetazo al espejo y salí del cuarto.
Cogí las llaves del coche y lo saqué.
Duré menos de lo que me habría gustado, pero teniendo la casa a un centímetro de la suya…
Salí del coche, demasiado nervioso para para mi gusto, e iba a llamar a la puerta cuando vi que estaba entreabierta.
El corazón empezó a latirme con más fuerza. Di un paso dentro de la casa.
- ¿Lucía? – murmuré.
Silencio.
- ¡Lucía! – dije más alto, por si estaba en el piso de arriba.
Pero nadie respondió.
- Lucía, no me ignores, necesito hablar contigo.
Esperaba que entonces se oyera su voz, replicando algo como “no tenemos nada de qué hablar,” o algo parecido, pero no hubo respuesta más que la de los latidos de mi corazón.
Di unos cuantos pasos dentro, llamándola, pero no oía nada. Un silencio agobiante, horrible.
Miré por todos lados para ver, si la veía.
Y ahí fue cuando vi la nota.

CONTINUARÁ…

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