Capitulo 1 (Lucía)

Y bueno, xicas, aki esta el primer capítulo del fic!!!! Es más corto de lo que esperábamos, pero bueno... aviso: la historia ocurre en milan, y ni maria ni yo tenemos idea sobre la ciudad xD así que a lo mejor salen datos incorrectos... y bueno, no son nuestros nombres, pero bueno... lo hemos pensado como si lo fueramos, a veces yo soltaba "y entonces vamos Tom y yo a tal sitio..." xD Bueno, espero k os guste, y bitte bitte bitte dejad comentarios!!!!
Küsse wapas!!!!




No la comprendía. ¿Qué tenía de bonito Tokio Hotel? Eran sólo cuatro frikis que habían decidido formar una banda para comer, y habían coincidido con la generación más tonta de todas las que había habido a lo largo de la historia. Entre ellas, mi mejor amiga, Cristina, que desde hace unos años estaba totalmente loca por ellos, especialmente por el cantante, Hill, o algo por el estilo. No había gastado ni un minuto de mi preciada vida en siquiera escucharles. Ya tenía suficiente con soportar todos los días a la loca de Cristina… En fin, lo que se hace por las amigas es a veces lo que menos te esperas… Al menos seguía siendo tan buena persona como siempre, y comprendía que a mí no me gustaban, aunque siempre me contaba todo lo que les ocurría…
Acababa de entrar en la tienda de mi padre. Cuando termino los estudios y no tengo nada que hacer, voy a ayudarle con la tienda, porque me encanta su trabajo, y así me gano un pequeño sueldo. La tienda de mi padre, todo hay que decirlo, era una de las más importantes y pijas de toda Italia, donde vivíamos desde hace tiempo, aunque toda la familia era española.
Allí también estaba Cristina, esperándome con su alegre sonrisa que le caracterizaba.
- Has tardado mucho – me dijo como saludo.
- Ya sabes cómo es Camila al teléfono…
- Jeje, sí.
Saludé a mi padre, y me dijo que hoy me fuera a otro lado, porque no había mucho que hacer.
- ¿Adónde vamos?
- No sé… ¿vamos a la plaza de la esquina?
- ¿De nuevo? – me miró con cara de reproche- ¡Hemos ido ya mil veces!
- Ya, pero es que hay unos chicos… ¡que ir se vuelve adictivo! xD.
- Pero ninguno se compara con mi Bill…
Le dirigí la mirada con el significado de “eres imposible,” y ella se encogió de hombros
De modo que fuimos a la plaza y empezamos a mirar en una tienda que me encanta. Cuando salimos Cris llevaba una bolsa entre las manos.
- ¿Y eso?- pregunté señalando la bolsa.
- Es para ti- y me tendió la bolsa-. Es un regalo.
La miré con cara de circunstancias.
- ¿Y a qué se debe?
- ¡Pues a lo buena amiga que eres por acompañarme al mejor concierto que ha visto Milán! – dijo con una sonrisa.
- ¡Ay, pero tonta! ¡Claro que te acompaño! Si a mí me encantan esas cosas, no me vuelvas a regalar nada por esa tontería… ¿Y quién toca?
- ¡Tokio Hotel!
- ¿Eink? – miré la cara de puchero que me estaba poniendo Cris - ¡No!! ¡Nii loca!
- Anda, por favor!
- Que no! Me niego! Búscate a otra que te acompañe. Sabes que me puedes pedir cualquier cosa menos esa.
Cristina bajó la cabeza.
- Es que eres mi mejor amiga…
Me puso esos ojos de corderito degollado. Sabía que no podía pedirme ir al concierto de Tokio Hotel, pero también sabía que me costaba mucho resistirme a esa cara.
- No, no funciona.
- Please?
- No.
- ¿Bitte?
- No…
- ¿S’il vous plait?
- No...
- Por favor !
- Veeenga, iré contigo al concierto!
- Wiiiii!!!!!
Se lanzó a abrazarme.
- Gracias, gracias, gracias!!!
Suspiré.
- No me pidas nada más en por lo menos un año, eh? xD.
- Tú tranquila. Ya verás como te lo pasas genial!
Gruñí.
- Dios, voy a ver con mi mejor amiga a BILL KAULITZ!!!!!
- Ya, ya… dime cuándo es.
- Dentro de un mes, más o menos.
- ¿ Y has comprado las entradas?
- Claro! Las compré en cuanto salieron a la venta!
Mi esperanza de que no quedaran y ella no las hubiera comprado se fue. Ahora lo único que me quedaba era que Bill se matara, o algo parecido… Algo no muy probable. En fin, viva la aventura…
- Bueno, ahora vamos a concentrarnos en los monumentos que están pasando en frente nuestro! Mira ese, está potable, ¿no?
- Mmm… - dijo Cristina no muy convencida.
Los días siguieron pasando monótonos, sin noticias, hasta un día que cuando entré a la tienda noté a la gente más ocupada de lo normal. Fui al despacho de mi padre, que estaba hablando por teléfono en inglés. Esperé a que terminara.
- Hola – me saludó mi padre -. ¿Qué tal los estudios?
- Muy bien. Oye, ¿por qué hay tanto ajetreo?
- ¡Ah! Bueno, ve llamando a Cristina, porque van a venir, que Bill quiere diseñarse un traje nuevo.
Mieeeeerda.
- ¿Y eso?
- Al parecer tienen una gala muy importante, y ya que están en la ciudad de la moda…
No tenía suficiente con el concierto. No. También tenía que hacerle el traje al cantante.
- ¿Cuándo vienen?
- Mañana. Sólo se hace el traje de Bill, pero supongo que vendrán todos…
- Ah.
Me puse a trabajar para evitar pensar mucho. Parecía que todo el mundo estuviera en contra mía…
El día llegó. Después de la universidad le dije a Cristina que se pasara por la tienda, pero no le dije el motivo. Mi padre tuvo el corazón de hacerme a mí la encargada de todo con relación al traje, con “un buen comienzo para tu carrera” como excusa. Y entonces llegaron. Cuatro chicos de lo más extravagante, acompañados por unos 3 guardaespaldas.

CONTINUARÁ…