Capitulo 23 (Paula)

Bueeeeno chicas!!!!
Lo siento por la tardanza... espero k no m odieis, jeje... a ver si os gusta!!! Küsses!!!!!!!



Cuando llegué del insti vi que tenía como 10 llamadas perdidas de Tom, así que le llamé.
T: Hallo?
P: Tom, ha pasado algo??
T: Paula!!! Dónde demonios te habías metido??
P: Estaba en el instituto. Por qué?
T: Tenéis que venir a Alemania en cuanto antes!!!
P: Y eso??
Se oyeron palabrotas y gritos en alemán.
P: Tom, primero tránquilízate,, eh?
Jamás le había visto tan nervioso. Le dejé que respirara y ordenara sus ideas.
T: Paula, Bill ha tenido un accidente. Mis padres están fuera, y no pueden venir, y Georg y Gustav se están encargando de las cosas de la banda… y al final, me he quedado sólo, y necesito a alguien (osea, a ti) que sepa mantener la calma. Y creo que lo único que Bill necesita en estos momentos está contigo, o por ahí. Por favor!!!! Yo os pago el viaje, si queréis, pero...
P: Tranquilo, nosotras nos arreglaremos. Lo malo es que no se cuándo sale algún vuelo a Alemania…
T: Lo hay pasado mañana!
P: Vale, pues si todo sale bien, pasado mañana estaremos ahí.
T: Te amo!!!!
P: Todo lo que podemos para que estéis bien. Bueno, y ahora explícame qué ha pasado en el accidente. Es muy grave???
T: Al parecer podría haber sido peor… son sólo algunas heridas… y los coches, al chocar prendieron fuego, y mi hermano casi se ahoga…
P: Joder… Cuánto va a estar en el hospital??
T: No sé… espero que poco, Bill odia el hospital.
A todo esto María había entrado en la habitación, y me miraba con gesto interrogante. A ver cómo me las arreglaba para decirle la noticia a esta sin que se me pusiera histérica…
P: Bueno, pues allí estaremos.
T: Vale, un beso.
P: Adiós.
Colgué.
M: Ha pasado algo?
Al parecer tendía una cara preocupada. Respiré hondo.
P. A ver… ehm… Bill ha tenido un accidente – pero no es grave!
Maria se había puesto blanca blanca.
P: Y Tom me ha pedido que vayamos a Alemania, para estar con ellos…
M: Mira en Internet cuál es el precio y eso.
Se fue corriendo a su habitación a hacer las maletas, y yo me puse en el ordenador. Gracias al cielo no habíamos gastado mucho de nuestro sueldo de nuestro trabajo, y teníamos suficiente, porque pedírselo a nuestros padres era pedir demasiado.
Se lo explicamos a los padres, y se lo tomaron bastante bien. Así que dos días después estábamos en el avión, hacia Alemania.
El viaje se hizo eterno, pero mereció la pena. Cuando terminó el viaje, Tom nos esperaba impacientemente en la salida. Ahí estaba Tom Kaulitz, esperándonos!!! Dejé el equipaje y salí corriendo a sus brazos.
T: Eeeiiii!!!
P: Tom!!!!!!!!!!!
T: Puff, me has echado de menos, eh??
P: No te imaginas cuánto…
Tom me abrazó más fuerte aún.
T: Yo también.
Se separó de mí para saludar a Mery y a ayudarnos con el equipaje, y nos dirigimos hacia el coche de Tom.
M: Hala!!!
T: Qué pasa??
M: Quién me iba a decir que me montaría en el coche de Tom Kaulitz!!
María forzaba sonrisas de vez en cuando, pero yo sabía que más preocupada no podía estar. Había venido todo el viaje sin decir una palabra, mirando por la ventanilla, ausente. Hacía muchísimo tiempo que no la veía así. Yo también estaba súper preocupada por mi cantante favorito, pero estaba tan feliz de ver a Tom de nuevo…
T: Bueno, al chofer le hemos dado la semana libre, así que voy a conducir yo… al menos moriré contigo…
P: No digas esas cosas…
Nos subimos al coche (que nos costó un poco, hay que admitir, jeje).
T: Vamos al hospital, o queréis dar un paseo antes para que os dé el aire?
Miré a Maria.
P: Vamos al hospital.

CONTINUARÁ…