Todos nos fuimos poco después de Maria y Bill. Cogimos un taxi y nos fuimos a mi casa.
P: Si queréis dormir aquí, perfecto, pero sólo hay sofás… Ah! Y la cama de María, que dudo mucho que venga esta noche…
Miré a Tom de reojo.
P: Tú fuiste el que renunciaste a hacerlo, para estar conmigo!
Tom sonrió mientras me abrazaba por detrás.
T: Estoy bromeando.
P: Bueno, vosotros os repartís.
Gus: Yo estoy acostumbrado a dormir en el sofá… le cedo la cama a Georg.
T: Uich, no dormiremos bien con los ronquidos del hobbit…
P: Qué demonios te habrá hecho Georg…
T: xD.
P: Entonces voy a por tus sábanas, Gustav.
Ge: Yo tengo un sueño que me muero…
P: Buenas noches!
Ge: Buenas noches…
Fui a coger sábanas, y cuando volví al salón, escuché a Georg:
Ge: Wow! María sí que duerme acompañada!!
P: Jaja!
Tom y Gustav me miraron interrogantes.
P: Posters.
T y Gus: Ah… xDD
Tom y yo nos fuimos a cambiarnos.
Cuando salí del baño, Tom ya estaba sentado en la cama, con su sonrisa pícara.
T: Mmm… sexy…
P: Tom!
T : Jeje...
Se levantó y se me acercó. Me agarró de la cintura, poniéndonos tan cerca que era difícil respirar. Pero ya no dependía del aire para vivir, si no de la persona que me lo quitaba. Él apoyó su frente en la mía, y así nos quedamos un rato, yo con los ojos cerrados.
P: No estás cansado después del concierto?
T: La verdad es que sí… pero no quiero perder un momento…
P: Tú tranquilo, que mañana tenemos muchas cosas que hacer!
T: Mmm…
Me empujó a la cama.
T: Qué tienes planeado mañana?
P: Pues… estar contigo… estar contigo… y estar contigo!
T: Me gusta ese plan! xDD
Nos metimos en la cama y nos dormimos lo más juntos posible. Yo me quedé mirando un rato esa maravilla que se había acostado conmigo, preguntándome cómo podía estar esto ocurriendo…
.
T: Paula?
Me desperté. Era todavía de noche.
P: Pasa algo?
T: No… es que me he despertado… y no podía volverme a dormir…
Me enderecé un poco, volviendo a la realidad…
P: Qué hora es?
T: Las siete. Está apunto de amanecer.
P: Adoro los amaneceres…
T: Jamás he visto un amanecer en España. Me lo enseñas?
Sonreí. Tom ya estaba vestido, así que yo también me vestí y peiné. Cuando salí del baño, me encontré a Tom observando todos los posters suyos.
T: Me siento observado!
P: Jeje…
Me acerqué y le di un beso en el cuello.
T: Vaya!
P: Qué?
T: Pensaba que me ibas a confundir e ibas a ir a besar otro Tom…
P: xDD
Miré alrededor, recordando los días en que aquello era lo más cercano a Tom que podía tener…
P: Sabes? Cuando me levantaba, besaba a ese Tom… y cuando me iba a la cama, besaba a ese otro… jamás me olvidaba.
T: En serio?
P: Sí… Tienes hambre?
T: Sí.
P: Vamos a desayunar algo.
Fuimos a la cocina, pasando por el salón. Tom entonces fue directo a asustar a Gustav, que parecía un ángel dormidito…
P: Tom, no tengas mala leche!
T: Jeje…
P: Que quieres?
T: Te quiero a ti.
P: Me refiero para comer…
T: Ehm… también.
Sonreímos. Entonces se me acercó.
T: Te he dicho buenos días?
P: Nop.
T: Buenos días, Paula.
P: Dios, qué bien suena mi nombre cuando tú lo dices…
T: Es la única palabra que me importa.
Me dio un beso corto. Pero no importaba el beso, si fuera corto o largo, conseguía que me sintiera chocolate derretido en sus brazos… Luego me acerqué a la nevera para coger la leche y eso. Tom también se acercó para ver las fotos. Había de algunos viajes, familia, notas, amigos… y las de NY.
T: Anda! Hasta en el frigorífico nos tenéis?
P: Os tenemos en todas partes!
Desayunamos y bajamos a la calle. La casa no podía estar en mejor lugar: en el puro centro. Así que no tardamos nada en llegar a la Plaza de Oriente, justo para ver amanecer.
T: Esto me recuerda a un amanecer en NY…
P: Ese día fui la persona más feliz sobre la faz de la tierra. Aunque podíamos ver el sol, aquí no…
T: Me gustaría repetir lo que hice.
P: Qué hiciste?
T: Decirte que te quiero…
Me levantó la barbilla y me besó, tal como lo hizo en NY, sólo que un poco menos nervioso… Rodeé su cuello con mis manos, y le atraje más cerca. Cada milímetro entre nosotros se hacía insoportable…
Cuando nuestros labios se separaron, y levanté la cabeza para mirarle a los ojos, temí quedarme ciega: su cara tenía un color mágico por la luz del nuevo día, y sus labios formaban aquella sonrisa que podía derretir mi corazón en cuestión de segundos, latiendo cada vez más fuerte cuando sus ojos color caramelo se posaban en los míos.
P: Me das otro?
T: Sólo uno más?
Me besó de nuevo apasionadamente. Besos cortos, besos largos. Cuando él intentaba terminar uno, yo no le dejaba. Estaba demasiado sedienta de él, de sus labios, de sus manos en mi cuello… A Tom no le molestaba en absoluto, y continuaba el beso.
Nos separamos apenas 1 mm para respirar.
T: Estás preciosa.
P: No te mires al espejo…
T: Por?
P: Porque luego no me podrías mirar del asco que te daré.
T: Imposible.
P: Tom, a veces lo que veo en frente mío no eres tú, si no un ángel…
T: Entonces eras tú la que te estabas mirando al espejo.
Nos besamos. El calambre que subía por mi espalda cada vez que Tom me besaba se intensificaba cada segundo que pasaba, pero ahora era algo placentero.
P: Deberíamos volver. Hay que felicitar a María y hacerles el desayuno…
T: Sí… pero vamos a dar un paseo antes. Todavía no son las nueve. Les conozco…
P: Vale.
Me apoyé en su pecho, mientras Tom jugueteaba con mi pelo. Dios! En mi vida había vivido un momento tan bonito!!! Tan simple, pero cualquier cosa que se añadiera lo estropearía…
Dimos un paseo por la Catedral, los jardines de Sabatini… Finalmente pasamos por un quiosco, y compré la revista con el título: escándalo en el concierto de Tokio Hotel. Se la enseñé a Tom, que me miró confuso. Ah, claro, no entendía el español…
El artículo decía algo así:
“Esta canción está dedicada a dos chicas muy especiales,” dijo Bill ayer durante el concierto, sorprendiéndonos a tod@s. Quién eran estas dos chicas? Esto nos lleva al evento no tomado muy en cuenta de hace unas semanas: cuando Bill fue descubierto con una joven en Alemania. Será que los chicos de la banda están empezando a enamorarse?...
P: Mierda…
T: Qué pasa?
P: Que vuestra nueva canción no pasó desapercibida…
T: Ah…
P: No os disteis cuenta que iba a ser un alboroto?
T: Lo tuvimos en cuenta, pero…
Sweet home Alabama…
T: Hallo?
Empezó a hablar en alemán por el teléfono. No parecía nada preocupado. Colgó.
P: Qué vais a hacer?
T: Tú tranquila, sólo confía en mí.
Sus palabras me tranquilizaron bastante. Fuimos cogidos de la mano hasta casa. Yo preparé el desayuno para Georg y Gustav, con los consejos de Tom. Cuando todo estaba listo en la mesa, Gustav llegó a la cocina.
Gus: Vaya! Esto es mejor que un hotel!
P: Jeje, gracias!
Gus: Tom, qué demonios haces despierto a estas horas?
T: Ya ves…
Gus: Puff, Paula, no sabes lo que le has cambiado…
P: Para bien o para mal?
T: Eso lo elijes tú, cariño.
P: Sabes que mi opinión siempre será la misma…
T: Quién sabe…
Ge: Y tanto barullo?
P: Ups! Perdón, Georg.
Ge: No pasa nada…
P: Qué tal habéis dormido?
Gus: Genial!
Ge: Como un rey!
P: Me alegro… Por cierto, cuando os vais de España?
T: Eso lo habló Bill…
Hablando del rey de Roma, llegaron Bill y María, cogidos de la mano. Aunque ya me lo esperaba, no pude evitar sonreír.
T: Feliz Cumpleaños, preciosa!
Me acerqué a Maria para darle un abrazo.
P: (En Español) Felicidades, guapísima!!!! Qué tal anoche?
M: Si hubiese alguna palabra para describirlo…
Nos giramos para ver a los cuatro hablando en alemán, Tom con la revista en la mano.
M: Algo que yo no sepa?
P: La canción que nos dedicaron.
M: Ay no! Sale algo de nosotras?
P: Lo tuyo de Alemania…
María ya empezaba a preocuparse, y no era un día adecuado, así que cambié de tema.
P: Los recién llegados han desayunado?
B: No…
P: Qué quieres?
B: Ya me lo preparo yo…
P: Eeeepa! Nein! Tú eres el invitado especial de la cumpleañera! Hoy me toca cocinar y fregar a mí!
B: Jeje…
CONTINUARÁ…
1 comentario:
hayyyyyyyyyyy porfa no se demoren tanto ara sacar el proximo capitulooo porfa hablenn de billl attt kami de colombia
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