Blog en obras! xD
Ahora mismo le estoy dando unos cuantos retoques al blog, asi que no os extrañeis si meto la pata y pongo algo donde no es, o si veis algo que no acaba, etc etc. No soy mu buena con estas cosas y ya con falta d tiempo ni os cuento xD Asi que paciencia, pero SEGUIRE ACTUALIZANDO CON NORMALIDAD TODOS LOS DIAS!!! Asi que seguid visitando el blog, y dejando comments y opiniones, que es lo que mas me gusta de hacer un blog!!
Os adorooo!!
La loca de la admi,
PauLi!!!!
Puzzlee!!!
jueves, 25 de diciembre de 2008
Estoy vivaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
sábado, 13 de diciembre de 2008
Capítulo 33!!!
Capítulo 33
------------------------------------- Cristina ------------------
Bajé por las escaleras, y abrí la puerta del portal. Me encontré con un chico por el camino, y le saludé rápidamente sin ni siquiera mirarle a la cara.
- Hola, Cris – dijo una voz muy conocida.
Paré en seco, y me volví sobre mis pasos. El chico con el que me había encontrado era él.
- ¡Tom!
- ¿Adónde ibas con tanta prisa? – dijo con su sonrisa nerviosa.
- Pues… de hecho, iba hacia tu casa – respondí yo, también un poco nerviosa.
- Vaya.,
Estábamos justo enfrente de mi casa, así que era obviao que él se dirigía a mi piso también.
- Quería – empecé -… quería ver si ya habías pensado suficiente.
Tom sonrió la sonrisa que me derretía cada vez que la veía.
- A eso venía yo.
- Qué bien – dije no muy segura -. Bueno, entonces… ¿quieres subir?
Tom asintió. Se notaba que los dos estábamos nerviosísimos. ¿De qué había pensado él durante estos días? ¿Había decidido olvidarme?
Subimos al piso y le pregunté si quería algo de bebida, y nos sentamos en el pequeño sofá.
- Bueno… ¿qué tal estás?
- Muy bien… ¿y tú?
- Bien.
Silencio. Tom miraba por todas partes, intentando no cruzar su mirada conmigo, y cuando lo hizo deseé que no lo hubiera hecho. Sus ojos tan expresivos color caramelo sacaron sus manos invisibles y me desnudaron por dentro, haciéndome totalmente vulnerable a sus palabras, a cualquier cosa que proviniera de él.
- Ehms… ¿sabes algo de Lucía?
- Sí, estaba, aquí justo antes de que llegaras.
- Ahms.
- Y tú, ¿qué has hecho estos días?
- Nada en especial. Pensar.
- ¿El qué? – pregunté, aunque me arrepentí inmediatamente. A lo mejor no quería saberlo.
- Pues… tú dijiste que también habías pensado. Dímelo tú primero.
Suspiré. No sabía por dónde empezar. Me levanté del sofá y empecé a dar vueltas. Al final paré y miré a Tom, quien me devolvió la mirada.
- Bien –empecé armándome de valor -. Aunque creo que necesitábamos estar un rato solos, te he echado mucho de menos. Y… Bueno, sólo decirte que lo de Bill había sido real, pero nunca fingí amarte. Que Lucía se enamorara de él fue lo mejor que me podría haber ocurrido en mi vida. Te quiero más que a nada, Tom. Entiendo que no quieras estar conmigo, y supongo que será difícil tener una relación estable, pero sólo quería que lo tuvieras presen –
Tom se levantó y me tapó los labios con un dedo.
- Era lo único que quería oír.
Acto seguido sacó algo que llevaba oculto detrás de su espalda. Era una rosa blanca. Una de mis flores favoritas.
- Quiero ser la única mano que necesites coger - susurró colocando la hermosa flor en mis manos -. Eso ha sido prácticamente lo que he estado pensando estos días.
Incrédula observé la rosa, sus manos sosteniendo las mías. Aún no me lo podía creer.
- Dame otra oportunidad.
Me levantó la barbilla y miró en mis ojos. No pude hacer otra cosa que acercarme a él. Tom me besó tan suavemente como nunca antes había hecho. Ea como los antiguos besos habíamos compartido, pero a la vez totalmente diferente. Aún no me parecía posible que los labios que formaban aquella sonrisa pícara que le caracterizaba fueran los mismos que me besaban tan delicadamente y tiernamente, como el roce de la rosa que sostenía en mis manos.
Me abracé a él, y Tom me rodeó la cintura y me atrajo a él. No sé qué habría hecho yo si su respuesta hubiera sido un “no.” Por eso no le solté, por si aquel momento terminaba, que él no se fuera mi lado. Le necesitaba ahí.
- Pensé en lo que dijiste – me dijo -, y tenías razón. Quiero confiar en ti. Voy a confiar en ti. Lo siento por no haberlo hecho antes.
- Tranquilo.
Nos abrazamos, y nos quedamos así un rato. Tom me besó el pelo y me miró a los ojos con una sonrisa.
- Te quiero, mi niña.
Le sonreí de vuelta.
- Yo también te quiero.
- ¿Te ha gustado la flor?
- Sí, es preciosa, muchísima gracias.
- Es que… bueno, hoy es un día muy especial.
Le miré interrogante. Me cogió la mano y me la besó.
- Hoy hacemos un mes juntos.
Me tapé la boca del asombro. ¡Era verdad! Se me había olvidado por completo…
- ¿Cómo quieres celebrarlo? – me preguntó.
- Yo… no sé. ¿Tú qué quieres?
- No tengo ni idea.
- Bueno, ¿vamos a mi casa un rato?
- Venga.
Bajamos, y vi que el coche negro de Tom nos esperaba abajo. Nos montamos en él, y nos dirigimos a su casa. Unas cuantas fans se lanzaron casi encima del coche en un semáforo, pero Tom diplomáticamente saludó, y no sé cómo lo hizo, pero las apartó en un santiamén.
Bill nos abrió la puerta antes de que Tom metiera las llaves en el agujero.
- Hola chicos – dijo él, intentando disimular su nerviosismo.
- Hola… - respondimos los dos a la vez.
Entramos y ellos empezaron a hablar en alemán, y yo me limité a dar vueltas por la casa. Como había predicho la primera vez que había entrado, todo estaba tirado por todas partes. Las paredes estaban decoradas con algunas fotos de todos los tamaños, fotos de ciudades, Tokio, nosotros… Ta le había cogido demasiado cariño a aquel lugar…
Sentí los brazos de Tom rodeándome por detrás , y me apoyé en su pecho.
- Mi hermano ha cometido otra estupidez.
- ¿Mmm?
- Ha contratado a un guardaespaldas para Lucía.
- Vale, se va a poner furiosa.
- Quiero decirle que la quiero – oímos su voz detrás nuestro.
Me di la vuelta.
- ¿En serio?
- Sí.
- Wow… ehms… Pues la traigo para que habléis.
- ¿Tú crees?
- Mejor hacerlo pronto.
- Bueno…
- Ten cuidado con lo que dices, Lucía es muy sensible.
Salimos de la casa Tom y yo cuando nos encontramos a una Lucía malhumorada saliendo de un coche.
Al verme me abrazó aliviada, y luego empezó a decirle a Tom cuánto yo le quería y todo.
- Tranqui, no lo arregles más – le dije.
- Vamos a mi casa – prosiguió Tom.
Lucía entró, pero Tom y yo nos quedamos fuera disimuladamente. Tenían que hablar, y tenían que hacerlo solos. Esperamos un rato duera. Vimos a un hombre sacándonos una foto disimuladamente, y unas fans se nos acercaron y le pidieron una foto a Tom. Al principio me miraron con odio, pero algunas cosas y al final se despidió de mí con una sonrisa. Odiaba ser tan “querida” en el mundo de las Tokio Hoteleras, porque yo era una de ellas y las comprendía. Cada vez que me cruzaba con alguna intentaba ser súper simpática, pero nunca se sabe.
El portazo nos hizo girar la cabeza para ver a Lucía furibunda yéndose.
- ¡Lucía, para! – grité.
Ella paró y se giró.
- ¿Qué ha pasado?
- Que es un imbécil con todas las letras.
Suspiré hondo, pero no me calmé. Estaba harta de todas estas peleas, y si escuchaba una más, iba a estallar.
- Entra ahora mismo en esa casa – le dije.
- ¿Cómo?
La empujé hacia la puerta, y la metí adentro. Bill estaba tirando cosas de un lado a otro. Al verme tan enfadada, paró en seco. Tiré a Lucía al sofá y le dice una seña a Bill para que se sentara al lado suyo. Él me miró incrédulo.
- ¡Siéntate ahí ahora mismo!
Él obedeció sin rechistar. Entonces ellos cruzaron una mirada de chispas, lágrimas, y mil cosas más.
- ¡Estoy harta de tantos portazos! ¡Estoy harta de todo este maldito cuento! ¡¿No os dais cuenta de que Tom y yo os tenemos que soportar DÍA A DÍA con esta mierda?!
Lucía y Bill bajaron la mirada como dos cachorritos después de hacer roto algo.
- ¿Qué te ha dicho Bill para que siempre salgas corriendo de esa manera? – pregunté a Lucía.
Ella tardó un rato en responder.
- Cree que siempre tiene la razón.
- ¡Eso no es verdad!
- ¿A no? ¡Siempre “te perdono,” “bruja,” “no te perdonaré,” BLA BLA BLA!
Empezaron a gritarse de nuevo… ¡Esto era increíble!
- ¡YAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!! – grité.
Ellos pararon con gran esfuerzo.
- ¡Parad de comportaros como críos pequeños! ¡Dios Mío!
Respiré hondo.
- Tom y yo nos vamos a ir a cenar – proseguí bajando la voz -. Y vosotros os vais a pedir perdón por todo lo que ha ocurrido…
Lucía abrió la boca para protestar.
- ¡Sí, Lucía, sí vas a pedirle perdón! Vais a arreglarlo como adultos maduros que sois, y MÁS VALE que mañana seáis amigos, o algo más, lo que queráis. ¿Comprendez-vous?
Silencio.
- Bien. Vámonos, Tom.
Me di la vuelta y salí de la casa, con Tom siguiéndome. Él cerró la puerta, totalmente incrédulo.
- Wow – dijo.
Sonreí inocentemente.
- Has estado genial – me cogió la mano -. Tranquila, que nunca te haré rabiar.
Me reí.
- Si tú me sacas de quicio siempre. Y por eso te quiero tanto.
- Mmm…
Tom se acercó y me besó.
- ¿Entonces vamos a cenar?
- Bueno, sólo lo dije como excusa, pero si quieres…
- A mí no me importa…
- Sabes, mi madre siempre dice que los mejores días son cuando no se organiza nada.
- Entonces…
- ¿Nos quedamos en casa?
- Si quieres…
- No sé.
- Venga, y luego nos damos un paseó por la ciudad, que de noche siempre está preciosa.
- OK.
Así que nos dirigimos a mi casa andando, pues no estaba demasiado lejos, y no teníamos prisa. Empecé a hervir agua mientras Tom se duchaba. No sabía cómo había pasado el día tan rápido…
Pasó un rato y en la radio pusieron una canción que me gustaba mucho. Sin darme cuenta, empecé a tararearla, y a mover los pies lentamente, al ritmo de la música.
Estaba tan sumida en la melodía que no me di cuenta de cuándo entró Tom. Sentí su mano coger la mía dulcemente, y cuando me giré Tom me puso mi otra mano en su hombro, sin quitar sus ojos de los míos.
“Hold me close,
don’t ever let me go…”
Me atrajo hacia él, tal como la canción pedía, y empezamos a bailar, aunque apenas nos movíamos del sitio.
Me incliné hacia su pecho y él apoyó su barbilla en mi pelo. ¿Sería un sueño? ¿Me había muerto en aquel accidente del autobús, y ahora estaba en el cielo? No quería comprobarlo. Si así era, no quería que acabara de momento. Dolería cuando despertara, pero merecía la pena. Lo daría todo para esta con él, quien se había adueñado de mi corazón sin darme cuenta.
Después de un rato, Tom me acarició la mejilla con una sonrisa. Se fue inclinando hacia mi boca poco a poco, y nuestros labios se encontraron de aquella manera que me daba la impresión de que habían sido formados para aquello, como las piezas de un puzzle nacen para ser unidas.
Nuestras respiraciones se juntaron, y nuestras bocas se besaron ávidamente. Cuando la canción terminó, dejamos de bailar sin darnos cuenta, y me apretó contra él, agarrándome la cintura. La dulzura se convirtió en pasión, en ansiedad por el otro. Empezó a hacer calor, pero no nos separamos. Tom me acorraló contra la encimera y tiré algo con la mano sin querer. Fui a ver qué había tirado, pero él me agarró la cara y siguió acariciándome con sus besos. Podía hacer un mes que Tom y yo estábamos juntos, pero yo ya me preguntaba cómo había sido mi vida sin él, y rezaba para que el tiempo se parara a su lado.
CONTINUARÁ…
jueves, 11 de diciembre de 2008
Votad aki por tokio hotel!!!
http://www.voote.com/jsp/WAppServerPage.jsp?TransID=RSEARCH0&Buzz=Y&Search=tokio+hotel&Check.Active=Y
Tokio Hotel playback??
miércoles, 10 de diciembre de 2008
Tokio Hotel Caught On Cameraa!!!!!!
Capitulo 32
Capítulo 32
Aunque me costara reconocerlo, envidiaba a Cris, y mucho. Ella todavía podía recuperar a Tom, yo sin embargo… Tendría que hacerme a la idea de que lo nuestro se había acabado.
Lo que peor llevaba era que, bueno, si hubiera hecho algo malo, pues lo entendería, vale, sé admitir mis errores y cargar con ellos, pero… ¿qué había hecho yo? Comer unas malditas ostras en mal estado?? No os preocupéis que no volveré a comer ostras en mi vida…
Me fui dando un paseo hasta mi casa… Admirando las tranquilas calles de Milán, era una ciudad preciosa… Suspiré.
Llegué a mi casa y me tumbé en el sofá… Miré mi móvil, se me había olvidado ayer… ups… veamos… 57 llamadas perdidas: papa papa papa camilla papa papa tito papa papa papa papa tito isabella tito tito tito tito papa tito tito tito papa tito tito papa tito papa tito papa tito papa papa papa tito tito tito camilla tito tito tito tito tito tito tito tito isabella tito tito tito tito tito tito tito tito papa…
Ring Ring
-Diiiga?-dije con mi interés característico…
-Luuuuuuuuuuuuuuuuu- tuve que apartarme el teléfono de la oreja.
-¡Camilla! ¿Qué tal?- dije con miedo a que volviera a pegar un grito.
-Muy bien! Es que Bella y yo estábamos preocupadas ya por si te había pasado algo… ya sabes… estabas muy depre por lo de… como se llamaba… ¿¿Hill??
-¿Depre? ¿Yo? ¿Por ese subnormal? ¡Tranquilas chicas! Todavía os queda mucha Lucía!!!
-Me alegro ^^ Bueno entonces ¿te vienes esta tarde de compras?
-Bueno… ¿por dónde vais a ir? es que tengo que hacer unos asuntillos pero si eso me paso…
-Pues habíamos pensado a ir a Versace, que es el 23º cumpleaños de Tito Fabinni y bueno… va a ser toda una fiesta... Tenemos que estar radiantes! Ya que a una no le interesa Tito pues…
-Todo tuyo Milla! Pero si fuera tu no me interesaría en Tito…
-No hace falta que lo jures! No sé porque le has cogido tanta manía… es un primor de chico… y… te quiere de verdad… nunca se va a fijar en mi estando tu viva…
- ¿¿Me estás echando una indirecta?? Porque si quieres matarme me lo dices claramente!!! xD
- Mmmm No sería mala idea… ¿Al final vienes?
-Si no me ponéis una bomba…
-Cuento contigo, nos lo pasaremos bien ^^
Bueno a Tito no lo pensaba llamar NI DE COÑA y a mi padre… no me encontraba de humor como para soportar una bronca todavía más grande que la anterior… Me quedaba irme de compras o… NO!!! MÁS CHOCOLATE NO!!!!!
Así que me fui dando un paseo hasta la otra punta de Milán, todavía quedaban tres horas para encontrarme con las supernenas y tenía tiempo de relajarme y estirar las piernas…
Me puse a escuchar música, pero tuvo mi queridísimo iPod la gran amabilidad de poner la canción de… dejemoslo en ÉL… Iba a cambiarla pero algo no me dejó… era Reden o algo así… Me acuerdo todavía de aquella noche en la que me enseñó su casa nueva y yo me hacía la interesante sabiendo que le tenía a mis pies… Que pensaba que nunca lo perdería… Que siempre estaría a mi lado traduciéndome canciones del alemán con unas indirectas un tanto directas… No pude evitar sonreir tristemente… si… bonitos tiempos…
Fue entonces cuando lo vi, ya me había dado cuenta antes de él, pero hacía ya bastante tiempo y…yo estaba dando demasiados rodeos… Nadie podía seguir mi ruta a menos que me estuviera siguiendo…
Empecé a ponerme nerviosa… el hombre me sacaba una cabeza y era como tres veces yo de anchura y musculatura… Apreté el pasó. Afortunadamente él torció por otra calle pero yo no estaba del todo segura así que di unos cuantos rodeos y me metí en una tienda. Pasaría un cuarto de hora y ni rastro de él, me estaba volviendo paranoica… En serio… Por fin pasé ese barrio que no me gustaba nada y llegué al centro… el maravilloso centro… Fui disfrutando del atardecer cuando unas chicas vestidas de negro me llamaron:
-Eh, tu!- me volví con mi chulería característica, ¿que se creían las “memo” estas k eran?
-¿Si?
-¿Eres Lucía? ¿La novia de Bill Kaulitz?-me preguntó la que peores pintas llevaba.
- ¿Y tu te crees que YO hablo con gentuza como TU? Eso no te importa y de todas formas daría igual porque eres demasiado poca cosa para Bill.
Las tres me miraron con mala cara. La primera se adelantó un poco, si me iba a pegar que se preparara porque para eso era cinturón negro de 3 clases diferentes de artes marciales. En ese momento un montón de luces y de gritos me sorprendió. Antes de que me diera cuenta los tenía encima.
-¿Qué tal con tu novio Bill, Lucía?
-¿es cierto que estás embarazada?
-¿Está tu ilustre padre de acuerdo con vuestra relación?
Había tantas preguntas que no era capaz ni de entenderlas, intentaba salir pero no había ninguna salida posible, estaba yo sola ahí en medio, y habría por los menos una veintena de paparazzis, había tanta gente y luz que no sabía de donde venía En ese momento un milagro apareció y me cogió llevándome lejos de todo ese gentío hasta un coche. Un coche negro de cristales blindados. Estaba tan exhausta que ni siquiera pregunté quien era, solo quería salir de ahí. Pero cuando el coche se puso en marcha me volvió a entrar miedo, era el mismo hombre que creía que me estaba siguiendo, al fin y al cabo, no estaba tan equivocada. Me armé de valor y pregunté:
-¿Quién eres?
El hombre me miró por el espejo y tras un silencio inaguantable me contestó, con una respuesta no muy tranquilizadora:
-No importa mi nombre.
-¿Qué quieres de mí? ¿Quién te envía?- estaba empezando a ponerme histérica de verdad, ¿cómo podía haber sido tan tonta?
-Tranquila preciosa… Me envía un chico para que no deje que nadie te haga daño- tenía un fuerte acento, ya estaba imaginando lo peor, algunos de esos secuestradores extranjeros que luego vendían los órganos fuera del país.
- Dime quién te manda, no sabes con quien te metes, mi padre…
El hombre soltó una risotada que me cortó y me heló la sangre. Marcó un número.
-¿Ja?- No me lo podía creer, era él, era… era… era Bill. ¿Qué tenía él que ver con todo esto? Empezaron a hablar en alemán, Bill parecía muy serio. Al final colgó. Me quedé más sorprendida que si hubieran dicho que iban a matarme…
-¿Sabes ya quién me manda?
Asentí levemente.
- Lo que no entiendo es que quiere Bill- dije cuando recobré un poco el aliento.
-Me ha contratado para que no te acosen ni las fans, ni la prensa…
-¿Y para eso me llevas siguiendo tanto tiempo?
- Paga muy bien.
-Pues dile a Bill, que no quiero que me ponga un vigilante a todas horas, así que desaparece. Y no vuelvas nunca más a seguirme o le pondré una denuncia que hará que se acuerde de quién soy.
-Sólo se preocupa por usted… No veo nada malo en eso…
-Dile que no necesito que nadie se preocupe por mí.
El coche paró y no tardé ni un segundo en bajarme, pensaba que me llevaba a mi casa, porque era el mismo barrio, pero había olvidado que no era la única que vivía en él.
-¡Lucía!-dijo Cris abrazándome antes de que tuviera tiempo de darme media vuelta.
-¿Estás bien Lu?- me dijo Tom con su sonrisa característica.
-Tom, siento lo que dije el otro día en serio, estaba un poco susceptible y bueno, la tomé con vosotros, pero vamos que Cris te quiere un disparate y que…
-Ya está Lucía, no lo arregles más-me dijo Cris.
Hacía tiempo que no lo veía y me apetecía hablar con Tom, que no estuviera bien con su hermano no significaba que no pudiera ser su amiga. Pase dentro sin darme cuenta y… ahí estaba Bill. Bien, pensaba que no iba a estar… Ël agachó la cabeza y yo le imité. La tensión inundaba el aire, ya estaba pensando en darme media vuelta cuando él me hablo:
-¿Estás bien Lu?- me dijo con esa voz que había jurado olvidar.
-Sip- intenté hacer una media sonrisa.
-Siento que por mi culpa ahora te persigan…-parecía sincero.
-Podré vivir con ello, no necesito un guardaespaldas.
-Lucía, si no llega a ser por él todavía estarías así.
-Se apañármelas sola, gracias- le dije friamente, no quería acostumbrarme a él, en cualquier momento podía cambiar de postura… y eso sería algo que no podría soportar.
-Bueno, Lucía… he estado pensando y… te perdono.- me dijo sonriéndome.
-¿Qué me perdonas?-le miré incrédula, se me habían hinchado las narices de que tuviera que tener siempre la razón- ¿Por qué? ¿Por comer unas ostras en mal estado? Lo siento Bill, la próxima vez juro que no comeré ostras en mal estado-dije levantando la mano como si fuera un scout.
-Lucía sabes a lo que me refiero…-dijo él cambiando su tono bondadoso.
-¡Es que no sé por qué me tienes que perdonar! ¡No he hecho nada! En cualquier caso tendrías que pedirme perdón por no haber confiado en mí.
Bill me miró incrédulo.
-¡Es verdad Lucía! ¡Lo siento por haber desconfiado de ti cuando a las seis de la mañana me encuentro a un tío desnudo en tu habitación!
-No estaba desnudo, Bill, ¡y ni siquiera me dejaste explicarme! No se trata ya de eso, ¡sino de que no confías en mí! Estoy harta, harta de que cuando quiero aclarar las cosas me trates como una mierda, como si sólo tú tuvieras razón y me estuvieras haciendo un favor al perdonarme.
Bill me miró incrédulo, desde luego de todas las reacciones posibles no se esperaba la mía…
-Lucía yo… yo te quiero- me dijo con esfuerzo, como si le costara sacar esas palabras.
-Yo también Bill, pero no quiero salir contigo, con alguien que no confía en mí….
-Bien… ¿Sabes lo que creo? Sigo pensando que eres una bruja, y que quieres hacerte la víctima, ¿ves? Ahora yo tengo la culpa de todo, todo ha salido como tu quieres… Aquí Lucía la niña buena… Mira, ve a llorarle a tu madre, porque yo no voy a estar aquí aguantándote.
-Mi madre está muerta- le contesté con todo el odio del mundo.
-Pues mejor, así no ve lo malcriada que está su hija-me dijo sin ningún tipo de compasión.
Me quedé sin palabras, y de un portazo salí de la casa.
CONTINUARÁ...
domingo, 7 de diciembre de 2008
Una frase de la cancion en el nuevo DVD!!!!
sábado, 6 de diciembre de 2008
Capitulo 31!!!!!!
Y esta super xaxi pistaxiiii xD asi k espero k os gusteee xD Yo esk kiero poner la cosa chunga pero esk pauli la dejo sola y me lo arreglaaaa xD jejejejeje bueno pobrecilla... ya vereis... en el proximo capi os enterais! xD Xan xan... aviso k estoy muuuy locaaa xD
_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_ Cris *_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*
- ¿Es eso verdad? – repitió Tom al ver que no respondíamos, con la mirada insoldable.
- Sí que lo es – dijo Lucía, la voz quebrada.
- No, no lo es – conseguí decir. ¿Qué le ocurría a Lucía?
- No, claro… - respondió ella sarcásticamente -. No le mientas, Cris. No se lo merece.
Tom me miró expectante.
- No… no sé de qué hablas.
- 1Vamos! Desde años tienes obsesión por Bill, siempre hablabas de él, era terrible – respondió con lágrimas empañándole los ojos -. En cambio, de Tom… ¿sabías que existía acaso? ¡Porque no lo parecía!
Abrí la boca para decir algo, pero no me salían las palabras. Estaba tan sorprendida que ni siquiera conseguía enfadarme. El dolor en los ojos de Tom era tan sólido, tan agonizante que me sacaba lágrimas.
- ¡Ya está, Cris! ¡Ya está libre! ¡Te puedes quedar con él, como siempre quisiste, no hay nada que te pare!
- No, Lucía, para, por favor…
- ¿Qué, duele oír la verdad? Óyela bien: no existe el amor verdadero, y creer lo contrario te destrozará por completo.
Lucía se fue y cerró de un portazo, tal como había hecho Bill antes. El salón se quedó en un silencio horrible.
- Tom, no la creas – conseguí decir después de un rato.
- ¿Por qué no? – susurró él acercándose a mí.
- Porque no es verdad.
- Pues resulta mucho más creíble que todo lo que me has dicho tú hasta ahora.
Creíble… ¿qué demonios había sido creíble desde que les conocí? No me lo podía creer. Él me miraba serio, pero sus palabras sonaban dolidas.
- ¿Acaso no confías en mí?
- No es que no confíe en ti, Cris. Pero lo que dijo Lucía es verdad. Cuando Bill salió de aquel pasillo en la tienda de Lucía, me volví totalmente invisible para ti.
Ahora me daba cuenta de lo que él decía. Mis ojos sólo miraban a Bill, mi boca sólo procesaba su nombre. ¿Y Tom? Lo había utilizado para derrumbar obstáculos como Lucía. Ahora me daba cuenta. Qué estúpida.
- No, pero fue hace tiempo. Además, ni siquiera le conocía.
- ¿Y todo ese tiempo que pasabas con él? ¿Y todo el tiempo que estuviste intentando juntarme con Lucía para quedarte con Bill? ¿Eso es lo que quieres?
Le miraba sin saber qué decir. No encontraba algo para decirle. Yo le quería, le amaba. ¿Cómo podía explicárselo? Sólo a él. Era así, y punto, y no había explicación.
- Escuché vuestra conversación en el hospital – prosiguió él mientras me secaba las lágrimas que me caían por las mejillas -. Dijiste que le querías.
- Era verdad. Pero ya no, Tom. ¿Por qué no crees lo que te digo? Lucía la pobre está trastornada por lo que le ha ocurrido con Bill.
- La verdad, no ha sido Lucía. Ya llevaba tiempo pensándolo…
Incrédula, me acerqué a él y le cogí la mano.
- ¿Y por qué no hablaste conmigo, Tom?
- No sé… quizás porque tenía miedo a tu respuesta.
- Pero no puedes ocultarlo, saldrá a la vista algún día. Necesito saber esas cosas.
- De todas maneras, está claro, Cris. He intentado sacar algo de donde no hay – dijo separándose de mí.
- No, Tom. Te quiero.
- ¿Cómo puedo estar seguro?
- ¡De la misma manera que yo estoy segura de que no me has olvidado cuando te vas, de la misma manera de la que yo estoy segura de que cuando no estás conmigo no estás acostándote con alguna groupie! –Exclamé - ¡Confiando en mí! Yo te amo, y por eso confío en lo que me dices.
No contestó, y supe que había dado en el clavo. Después de un rato, suspiré.
- A lo mejor sólo tenemos que pensarlo un rato… - susurré. Si no había confianza, no había amor.
Después de un rato, él asintió.
- Sí.
Algo oprimió mi pecho tan fuerte que no podía respirar, y las lágrimas me acariciaron la mejilla cruelmente. No quería dejarle ir. Sabía que si él salía del piso ahora, las cosas cambiarían, y no estaba muy segura si para bien o para mal. Quería gritarle que le quería, que no me dejara, pero sentía que no era momento para eso.
- Nos vemos otro día, entonces – me dijo él.
Asentí. Él se acercó una última vez y posó sus labios en los míos suavemente. Le besé de vuelta, con cuidado, manteniendo mis brazos abajo, aunque me moría por atraerle a mí y rodear su cuerpo. Los dos teníamos que pensar sobre todo lo que había ocurrido, y no era el momento de dejarnos llevar por nuestros deseos por el otro.
Tom se alejó de mí y sin cruzar su mirada con la mía, cerró la puerta del piso.
Me forcé a no llorar. Fui al baño, me tumbé en la cama, y me puse a pensar. Pensé en todo lo que Lucía y Tom habían dicho. Era cierto. Había amado a Bill, y mucho. Pero ya no. Yo pensaba que Tom era el típico chulito cuya mente sólo procesaba “tías buenas” y “sexo.” Pero no había sido así. Me había sorprendido muchísimo.
Sonreí al acordarme de la primera vez que le vi sentado en el sofa de la tienda de Lucía. Cómo me había mirado cuando me eché a llorar ahí en medio…
Me acordé de nuestras noches juntos. Aquellos silencios mientras miraba sus labios, sus ojos, mientras sentía sus manos en mi cuerpo… Habían sido momentos tan especiales, tan mágicos…
Dos días estuve pensando en todo lo que había ocurrido, sobre todo pensando en él. ¿Estaría pensando en mí? ¿Qué estaría haciendo?
Ahora parecía que había pasado todo tan rápido… Pero el día en que empezó todo parecía siglos atrás.
También pensé en Lucía. ¿Cómo estaría? Desde el incidente con Bill no la había visto. Sabía que necesitaba estar sola un rato, al igual que yo, para aclarar la mente. Aunque seguía un poco enfada con ella por haberme culpado de todo, sabía lo que dolía todo esto, así que no quería presionarla. Pero necesitaba hablar con ella.
Sonó el timbre de la casa. Dejé en la mesita la flor que estaba siendo víctima de mis manos, y fui a abrir la puerta.
Hablando del rey de Roma… Ahí estaba ella. Al verme, sonrió nerviosa.
- Ho-hola – susurró.
- Se supone que debería estar enfada contigo – dije seria -. Y de hecho, lo sigo estando un poquito.
Lucía bajó la cabeza.
- Pero me conoces, y sabes que no puedo estar mucho tiempo enfadada contigo.
Ella sonrió con lágrimas.
- Al fin y al cabo, la las mejores amigas se les perdona casi todo.
Nos abrazamos con todas nuestras fuerzas. Las dos necesitábamos el apoyo en la otra. No íbamos a enfadarnos ahora, cuando sólo nos quedaba nuestra amistad.
- ¿Quieres pasar?
- Por favor…
Pasamos y cogí dos vasos de refresco.
- ¿Qué tal estás? – pregunté mientras me sentaba a su lado.
- Fatal. No sé por qué te hice eso Cris.
- Yo tampoco.
- No sé si sería verdad o no, pero no debería haber sido yo la que sacara el tema.
La abracé de nuevo. Era verdad que ella no era la adecuada, y no me había gustado que fuera así.
- Además – prosiguió -, estaba muy enfadada, y tú no tenías nada que ver con lo de Bill – escupió el nombre con odio, pero pude notar cómo le dolía pronunciarlo.
- Sí, no deberías haber dicho eso…
- … ni meterte en nuestra discusión.
- Eso fui un poco yo, porque intenté arreglarlo todo, aunque Tom me decía que no podría hacer nada, que sólo el tiempo podría, y cuánta razón tenía…
Nos quedamos un rato calladas, pero no quería deprimirme, así que decidí olvidarlo por el momento.
- Bueno, ¿qué quieres hacer?
- No sé…
- ¿Hela-
- Nada de helados, esta última semana he comido más helado que en toda mi vida.
- Bueno, entonces?
- Sabes, no me apetece hacer nada. Quedémonos aquí.
- Venga.
- Entonces… ¿me perdonas?
La miré de arriba abajo.
- Me lo pensaré.
Aquel día fue como en “los viejos tiempos,” antes de toda la movida con Tokio Hotel, con los gemelos… Fue un día de mejores amigas. De ella y mío, de nadie más. Lo disfruté más que nunca, y me di cuenta de cuánto necesitaba a Lucía, y cuánto me necesitaba ella a mí. Y nadie cambiaría eso, ni Tom ni Bill Kaulitz. Por más que peleáramos, seguiríamos necesitando estar juntas. Éramos mejores amigas, y nadie ni nada nos separaría (eso va para ti merii!!!! xD).
Después de un rato nos fuimos a dar una vuelta, nos tumbamos en el césped del parque, hablamos, reímos… Se quedó a dormir en mi casa, y estuvimos hasta las tantas hablando, recordando cosas…
Me desperté por la mañana cuando había demasiada luz como para seguir durmiendo cómoda. Me lavé un poco la cara y fui a la cocina a prepararme algo.
Ahí estaba Lucía. Miraba por la ventana sin ver nada, y supe en quién estaba pensando.
Sus rizos negros brillaban mientras caían por su espalda, y sus ojos era le significado de melancolía.
- Buenos días.
Cambió de postura y me sonrió.
- ¿Qué tal, mi bella durmiente?
- Muy bien, ¿y tú?
- Bien… ¿has desayunado?
- Te estaba esperando.
- Bien, vamos a desayunar que tengo hambre.
- Nunca cambiarás.
Sonreí orgullosa, y me puse manos a la obra. Lucía, como siempre, se encargaba de los zumos y de poner la mesa, y yo hacía las tostadas o lo que fuera que íbamos a comer. Había sido así desde pequeñas, así que no hacía falta hablar. Puse la radio.
El primer verso impactó en nosotras como una jarra de agua fría. Ahí estaban ellos, cantando la canción que tanto nos gustaba, la canción que tanto nos gustaba, la canción que había enamorado a Lucía.
Sentí cómo se le quitaba la respiración al oír su voz, y supe lo que le estaba doliendo, pero no pude camibar de emisora, era tan bonita… La letra, la música, todo. Dejé que me transportara a otro mundo, como siempre había.
Tenía que hablar con Tom. No iba a dejarlo así un minuto más. Ya había pensado suficiente.
- Lucía…
- ¿Sí?
- Me tengo que ir.
- ¿Adónde?
- A hablar con Tom.
CONTINUARÁ…
miércoles, 3 de diciembre de 2008
Tokio hotel fan Party
Tokio Hotel se mueve en la delgada linea que separa el eterno grupo teenie newcomer y el grupo superventas a nivel mundial. La fiesta fue hecha como si únicamente fueran lo primero. Apuntan algunas voces que los miembros de la banda estuvieron sosos en la fiesta. Cualquiera en su sano juicio, habría pasado miedo torero. Quizás empieza a ser hora de que el Management tenga que lidiar con algún toro. Desde la barrera, todo se ve demasiado fácil...
Tokio Hotel: nuevo disco!
¿A qué suena? Bill no pierde el peinado y dice: “Queremos probar algo nuevo, otros sonidos. Algunas canciones son muy diferentes. Es otro costado de Tokio Hotel.” Veremos qué sale, ¡o cómo! Todavía no hay fecha de lanzamiento definida. Un rumor indicaba que iban a colaborar con Miley Cyrus, o Hanna Montana. “La conocimos, pero no es así.”Además, Bill tiene tatuaje nuevo: “Son un montón de palabras en alemán. Pero no lo puedo mostrar, ¡porque tendría que estar algo desnudo!” Chicas, mala suerte.Con esto, a no alarmarse, que está todo más que bien. Hace pocos días, Gustav Schafer, baterista de la banda, chocó su BMW 3 Series en Magdeburg, ciudad natal de los Tokio Hotel en Alemania, contra un tranvía que pasaba. A pesar de que lo llevaron al hospital por heridas menores, está perfecto.
Firmando en la fan party
Comentarios de la Fan party
Aquí las experiencias:(Grz: Isabella Garzon)... Oh Dios, una chica dijo ver a Katy Perry
•Fan de Francia:"Se esta tocando "Summer of 69 - Brayan Adams". Ahora una de Kid Rock. THTV está aquí!!, al igual que periodistas y fotógrafos. El personal nos pusó de pie con cientos de papeles blancos, podría ser una lotería o algo así, todo lo que tenía que hacer era poner números."
•Fan de Belgica:"TH se encuentran ahora en un salón privado. Es muy dificil ver. La atmósfera aquí es un poco más calmada, al contrario de lo que estaba fuera. Hay unas pocas personas haciendo un tipo "informe". Durante el autógrafo, hemos pedido - o más bien - Chicos, ¿Podrian ir a la República Checa en la proxima gira europea? Todo el mundo comenzó a preguntar acerca del nuevo tatuaje de Bill, pero no hemos logrado ver nada!... Quizás haya una oportunidad..."
•Andy de Republica Checa:"Al fin descubrimos que fue lo de los papeles!! Un sorteo para ganar una Wii!. El caos terminó y lso chicos estan en una sesion fotografica con las fans... Gustav se encuentra bailando feliz por casi todo el salon"
•Fan de Alemania:"Tom dijo que las 3 primeras chicas en hacer un Stripteasse estarian tomando con ellos, algunas comenzaban a hacerlo cuando Tom grito: Era una broma!!. Oh Dios! Gustav se ha ido de la fiesta =S"
•Natálií de Republica Checa:"Dicen que solo hay 2 personas de America, de nuevo escogen a 3 persona para ganarse un DVD, varias chicas se han desmayado el ambiente es algo tenso... Estoy como a 5 metros de la mesa de lso chicos, solo veo a Bill y a Tom, pareciera que Gustav y Georg se fueron... Son las 11 y parece que todo terminara pronto, hay algunos chicos con nosotras tomando fotos.Este es probablemente el último anuncio que envíe, creo que ya no hay nada importante. Tengo una foto, filme un abrazo de Tom =D ¿Qué más puedo enviar?"
•Andy de Republica Checa:"Aquí en Hamburgo todo esta fuera de control! Hay muchas Fans fuera del club. Fans que no ganarón boleto! En este momento son las tres de la mañana.Antes de la medianoche se encontraban en su automóvil padres que vienen con los fans fuera de la casa de los Kaulitz e incluso la policía. 10 minutos después llegó la policía, los gemelos abandonaron la casa. Estoy tan feliz de mi parte, aunque no pude ver eso".
•Violet de USA:"En todas partes hay caos, hay una gran cantidad de fans sin boleto y estan empujando hacia adelante. Aunque no es exactamente el clima de verano, algunas niñas estan vestidas con mini falda y camisetas de tirantes.De acuerdo con algunos hay un "conflicto" entre fans alemánas y francésas. Alguien dijo a los fans de Francia que no firmaron para la competencia que tienen un montón de fraudes por lo que debe dar espacio a otros...Ellos dicen que un ventilador se derrumbó, hay un montón de "confusión" pues se buscan los padres y también la policía y la seguridad. Si hay algo importante que sucedió, lo sabre"
•Andy de Republica Checa:"Hay cientos de personas sin boleto. También hay una gran cantidad de agentes de policía, Tobi, Stefan y Seguridad Nacional"
•Anonimo:"A las 17:41, se ha anunciado que Tokio Hotel llego, Bill lleva el cabello liso hacia abajo "Hora de la Fiesta!!""
•Fan Afuera del Recinto:"Decenas de fans sin boletos estan a la puerta, antes de que comenzara a juntarse una gran cantidad de fans aquí con su billete. Una chica incluso me ofreció 500 euros, un total increíble de dinero.Al notar de que tiene la gente sin entradas bloqueaba la entrada, la seguridad decidió hacer una "política" en un estilo que todos nosotros entraramos por otro lado. Nadie tuvo en cuenta de quién tiene el boleto o no, simplemente seguimos todos nosotros. Un montón de gente aquí esperando con los documentos, llenas la parte delantera y, a continuación, sólo buscas la forma de entrar por otra puerta."
•Andy de Republica Checa:"Tom esta vestido con ropa Adidas blanca y Bill va todo negro con una chaqueta clasica de cuero negro, mientras que en una pantalla se reproduce parte del nuevo DVD"
•Tyra de USA:"Me llegó un SMS de amigos que, lamentablemente, tuvieron un accidente de auto. Dijo alguien del Servicio Secreto que al final de la FP habrá una sorpresa, hablando aquí de que en la primavera se hará una gira europea, pero no esta confirmado."
Bueno... ains, me he puesto melancolica... Y yo ke llevaba un dia maravilloso, habia terminado todo lo que tenia que hacer, no habia tenido actividad extra escolar, en los 10 + pedidos habia salido una fan diciendo 5 razones para amar a Tokio Hotel, han promocionado su nuevo disco, Gabo no los ha insultado, ha salido un anuncio suyo que salian wapiiiiiiiisimos, salieron en otro canal... que mas podia pedir??? y ahora vuelvo, y me veo esto de la fiesta... yo keria estar ahi... una fiesta con ellos!!!! aaggg no kero ni ver los videeos!!!!!
Nuevo tatuaje de Bill
lunes, 1 de diciembre de 2008
Capitulo 30 (Lucía)
aki va otro capi... es corto, pero no podiamos pararlo en otro sitio. Espero que os guste!!!! Por cierto, esta semana no creo que pueda actualizar muxo porque es mi penultima semana y tengo mil examenes y todo... asi que no os preocupeis si no doy señales de vida xD Os keroo mis niñas!!!! Plis plis plis comentaadD!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
------------- Lucia… o lo que queda de ella…-------------------
Dos catastróficas semanas habían pasado desde “el incidente” por llamarlo de algún modo… Y Bill seguía sin hablarme. Si es que te digo yo que le faltan neuronas o algo! Porque tampoco fue para tanto y si por lo menos me escuchara… Y ahora Cris también estaba de su parte, bueno según ella “hablando para intentar arreglar las cosas” así que ¿¿¿qué me quedaba a mí??? El chocolate… Y bueno Isabella y Camilla pero cuando venían me ponían la cabeza como un tambor y era mejor estar sin ellas… Ahí estábamos mi amigo el chocolate y yo cuando llegó mi padre, era muy raro que viniera a mi casa…
-¿Sii?- dije intentando no parecer sorprendida.
-Lucía, tenemos que hablar seriamente…-dijo mi padre con tono serio… uuu la cosa no pintaba nada bien. Me recordaba a las broncas que me echaba cuando era pequeña ^^.
-Dime- le dije intentando suavizar el ambiente.
-Acabo de hablar con Tito…-¡oh, dios! No le habrá contado nada ¿no?- Y Lucía, sinceramente… Me has decepcionado…
Decidí callarme era mejor que siguiera él. Se sentó, la cosa iba para largo…
- No comprendo por qué te gusta ese famosín, ni me voy a meter en eso. Creo que no hiciste bien en traértelo a la fiesta…
Al acordarme de esa fiesta un escalofrío recorrió mi espalda, ahí estaba con Bill…
-Pero independientemente de eso… ¡No sé como se te ha ocurrido faltarle el respeto a Tito Fabinni- resaltó ese apellido, tendría que acostumbrarme a que en esta vida todo es interés…-de esa manera! ¡Insultándolo! Y me vas a decir a mí quien le pegó en el labio…¡¿Fue tu super novio verdad?!
-¡Ojalá papá! ¡Hemos roto! ¿¿Tranquilo??-salió super-Lucía-leona- Pero que te quede claro que nunca, escúchame bien, ¡NUNCA voy a salir con Tito! ¡Y menos porque tú me lo digas!
Me levanté y salí corriendo de mi casa, sin importarme nada, teniendo especial cuidado en que la puerta diera un portazo lo suficientemente grande como para que retumbara en toda la casa. Le odiaba, siempre controlando mi vida… Como una marioneta.
No sabía muy bien a donde ir… al final llegué a casa de Cris… Llamé al timbre. Deseando desahogarme en Cris… pero quien abrió la puerta no era Cris, sino alguien muy diferente.
Él se me quedó mirando, inmóvil por la sorpresa, pero en seguida se instaló en sus ojos ese brillo de odio que me mataba por dentro… ¿Sabía él el daño que me hacía esa mirada? No hablaba tan solo me miraba. Ese silencio me hacía más daño que si me clavaran mil cuchillos al mismo tiempo. Me mordí el labio para que no me temblara.
- ¿Por qué no pasáis?- llegó Cris por detrás al verme se quedó un poco parada.
- ¿Lucía? ¿estás bien? Cris me abrazó como hacía últimamente, pero no me reconfortaba porque Bill no apartaba sus ojos y su mirada me quemaba…
- Bueno Cristina… Yo me voy a ir, ahora si eso le digo a Tom que se pase…
¿Por qué me odiaba de esa manera sin dejarme siquiera tiempo para explicarme? Desde que pasó no me había hablado, de hecho, era la primera vez que nos encontrábamos…
-Bill, tu no vas a ningún sitio, que tu hermano lleva las llaves del piso, espérate a que venga… hazlo por mí…
-Que conste que sólo lo hago por ti- y volvió a mirarme así, ¿de verdad no le quedaba ni una chispa del amor que antes me decía que sería eterno?
Me senté en el sofá., imitando a Cris y a Bill, él no apartaba su mirada matadora de mí…
-¿¿¿Queréis hacer el favor de deciros algo???- saltó Cris al rato.
Iba a decirle a Bill que lo sentía de veras pero antes de que abriera la boca él me cortó:
-No hay nada que hablar Cris, lo hecho, hecho está y que cada uno asuma lo que ha hecho…
Pero vamos a ver Lucía, tu eres super Lucía, ¡la borde! No vas a dejar que un alemán delgaducho te chulee. Sonó el teléfono y Cris fue a cogerlo a la cocina, huyendo del trágico ambiente. Y ahí estábamos él y yo.
-Sólo te lo voy a decir una vez Bill, aquella noche no pasó nada-tenía miedo de que me cortara pero esta vez no lo hizo…
-Claro… y ahora el bueno de Bill te perdonará y serás feliz…-No lo dijo en tono sarcástico, sino más bien relajado, suave y triste.-Todo arreglado. Lucía… si en el fondo sabes que yo no soy para tí, que soy un estorbo, que tu eres perfectísima y que necesitas a un chico perfecto, como Tito.
-Bill, no empieces…
-Yo no empiezo, has empezado tu… Pero piensalo, es verdad…-pero de repente cambió el tono- ¡lo único que no te perdonaré jamás es que si te gustaba Tito no me lo hubieras dicho y estuvieras jugando conmigo! ¡Lucía eres una bruja!¡Y una egoísta! ¡Y sólo piensas en ti, en ti y en más ti!
-Mira Bill, ¡si no sabes de lo que estás hablando mejor cállate! Porque yo fui a hablar con Tito por ti, ¡me sacrifiqué una noche entera! Soportando sus tonterías, para que no te arruinaras, si fui esa noche fue únicamente por ti, porque te quiero, ¡porque te quiero más que a nada! Y si esa es la forma en la que me lo pagas, me parece que eres un cabrón.
-Ooooh! Pobre Lucía… Tubo que hablar una noche entera con Tito… Aunque muy mal no te lo pasaste… Porque luego… ¡tela! ¡¡Espero que no sea tan aburrido en la cama como en el resto de las cosas!! ¡Te odio!-estas dos últimas palabras las escupió con todo el odio del mundo.
-Bill, ¿en serio me ves capaz de hacerte una cosa así? ¿De engañarte?
-Bueno ya lo hiciste con tu mejor amiga… No creo que haya mucha diferencia…-en ese momento apareció Cris por la puerta, esas palabras me dolieron, mucho.
-¡No me vuelvas a hablar así! Bill, si no confías en mí no sé por qué saliste conmigo, pensé que me querías de verdad! ¿Sabes lo que creo? Que solo eres un niñato al que se le ha subido la fama a la cabeza, que habla del amor verdadero pero que ni él mismo lo conoce, y que nunca lo vas a conocer porque no confías en nadie. ¡Te odio! ¡Ojalá te mueras!
Mientras iba soltando toda esa parrafada nos fuimos acercando mutuamente hasta que nuestros ojos, ambos llenos del odio más puro se juntaron. Tras mantenernos la mirada unos segundos Bill se dio la vuelta y cerrando con un portazo se marchó.
Suspiré y me di la vuelta para encontrarme con la mirada atónita de Cris.
-¿¿¿Arreglando las cosas???-me dijo Cris con reproche.
-Cris, ¡empezó él!
-No sé quien es más crío de los dos, en serio… Pensé que querías arreglar las cosas Lu…
-Si, quería, pretérito imperfecto, no presente, que se pudra!!!
-Señor… Lucía diciendole que ojalá se muera no vas a arreglar nada, haz el favor de pedirle perdón.
¿Es que siempre tenía que hacer lo que los demás me ordenasen? ¡Estaba harta!
-Cris, ¿tú de qué lado estás? porque no parece que hayas estado hablando con él para intentar arreglarlo…-dije con rintintin.
-¿Qué insinuas?
-Que sigues enamorada de Bill y que Tom sólo ha sido una fachada para intentar olvidarlo.
Cris me miró atónita, abrió la boca y la volvió a cerrar.
-Admítelo Cris, siempre me has tenido envidia y ahora no me vas a ayudar a recuperarlo porque lo quieres para tí.
-¿Es eso verdad?- Cris y yo nos quedamos mudas. ¿Tom había estado escuchando toda la conversación?
CONTINUARÁ…
domingo, 30 de noviembre de 2008
viernes, 28 de noviembre de 2008
Las madres españolas hablando d Tokio Hotel
Feliz cumple pauliii
Ya pensabas k me habia olvidado de ti??? xD Como iba yo a olvidarme de mi pekeñajaaaaaa
Ains pauliii k enana eres de verdad! xD En seriooo jajajajaja K no wapaa no te deprimas k mas kisiera yo estar como tu a tu edad!!! xD
Bueno mi niña decirte k necesito k vengas ya a españaaa y k no sabes como te exo de menos... y k te kiero un montooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooon
En fin, no sigo xk me voy a poner muy ñoñaa T-T y no es plan... Ya me he puesto lo suficiente en el video... k por cierto espero k te gusteeeee Y aki toooodos a felicitar a super pauliiiiii
K ES LA MEJOR AMIGA DEL MUNDO MUNDiiAL!!!!!!!!!!!!!!
TE AMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
CUMPLEAÑOS FELIZZZZ
CUMPLEAÑOS FELIZZZZ
TE DESEA LA LOCA DE TU AMIGAAAAA
CUMPLEAÑOS FELIZZZZZ
feliz cumple mi princesitaaaaaaaaaa K nunca se te olvide k te kierooooooooooooooo
jueves, 27 de noviembre de 2008
Cap-ítulo 29 (Cristina)
Capítulo 29
---------------------------Cristina ----------------------
Pasaron dos semanas, y la cosa no mejoraba. Bill cada día estaba peor, y Lucía apenas comía. Yo no sabía qué hacer.
La alarma sonó, sacándome de mis pensamientos. Apagué el reloj de mala gana y suspiré. Llevaba bastante rato despierta, pero pensar en el hecho de tener que salir de la cama alejarme de el cálido cuerpo de Tom, me daba dolor de cabeza.
- ¿Qué hora es? – murmuró Tom medio dormido.
- Las 6:30.
- Ah, es muy pronto.
Se acurrucó de nuevo entre las sábanas y me atrajo hacia él.
- Tom…
- ¿Mph?
- Tengo que irme a la universidad…
Abrió un ojo.
- No es verdad.
- Sí. Venga, déjame ir – dije quitando sus brazos de encima mía.
Pero Tom me abrazó más fuerte aún.
- Quédate hoy conmigo.
- No puedo.
- ¿Por qué no?
- Porque hoy tengo examen final.
Ayer había estado hasta las tantas estudiando para aquel examen. Gracias a Dios, después de aquellas dos semanas de exámenes que me faltaban, terminaría el curso y tendría vacaciones hasta finales de Agosto.
Salí de la cama y cogí la primera cosa que encontré en el armario. Me cambié rápidamente, me peiné y tosté un poco de pan.
Estaba echándome leche en un vaso cuando sentí los brazos de Tom enroscándose en mi cuerpo y sus labios en mi cuello.
- Te voy a recoger hoy, ¿vale?
- Si insistes… - dije con una sonrisa.
- Luego nos iremos a merendar a tu chocolatería favorita, te saltarás baile o la clase que tengas hoy…
- Piano.
- … Eso, y tendremos una tarde sólo nuestra.
- Suena tentador.
Me dio la vuelta, de manera que nos quedamos cara a cara y juntó sus labios con los míos.
- Voy a llegar tarde…
Tom me mordió el labio inferior, me apretó contra él, y me besó de nuevo.
Después de darle mil besos de “buenos días,” y con un gran esfuerzo, me aparté de él y salí de la casa.
Me puse los cascos y me di la vuelta para lanzarle un último beso. Él hizo como si lo cogiera en el aire y se lo “guardó” en el bolsillo.
He’s so beautiful…
Such a beautiful disaster…
Ese día aquellas palabras tenían más sentido que nunca.
Me giré y salí corriendo para no llegar tarde.
---------------------------------------
¡Uff, ya pasó! Había hecho el examen final de Ciencias… Salí con unas amigas, hablando de lo típico: fin de semana, chicos y fiestas. Fue entonces cuando reparé en un grupo de chicas gritando alrededor de una silueta que conocía muy bien. Con todos los nervios, había olvidado que vendría a recogerme. Me di cuenta de la locura que había cometido al venir a la universidad.
- ¡Oh Dios Mío! ¡Es Tom Kaulitz!
- ¿Qué demonios hace aquí?
Tom entonces se giró y me vio. Sonreí sin saber muy bien qué hacer.
- Mira, Cristina se ha quedado embobada – se burló una amiga.
- Anda, acércate y pídele una foto!
Me acerqué a él cuando ya se había hecho una foto con prácticamente todo el edificio. Mis amigas no vinieron, pues no eran muy fans de Tokio Hotel, así que no tenían interés.
Al ver su sonrisa me relajé un poco.
- Tom Kaulitz, ¡qué honor verle por aquí!
Soltó una carcajada.
- Ahora, hablando en serio, ¿cómo se te ocurre venir?
- ¿No puedo venir a recoger a mi chica? Además, te lo prometí, y yo cumplo mis promesas.
- ¡Pero todo el mundo está mirando!
- Bueno, pues que miren.
Tom me cogió la cintura y me apretó contra él con una sonrisa.
- Tom, no…
Él hizo oídos sordos y me besó. Y una vez más hizo que me olvidara de todo lo de alrededor, besándole de vuelta sin remedio, manteniéndole junto a mí.
Pero ahí estaban los gritos de las fans y los flashes para recordarme que Tom no era lo único en este mundo, que ya nunca más sería anónima. Que las revistas, periódicos y páginas de Internet estarían desbordadas de aquel momento, de aquel primer beso en público.
- Anda, vámonos - me dijo Tom cogiéndome de la mano.
Me tiró para cruzar la esquina, y lo último que vi fueron las caras atónitas de mis amigas.
Tom me llevó a mi chocolatería favorita, como me había dicho por la mañana, y merendamos ahí.
- Bueno, ¿qué vamos a hacer con Bill y Lucía? – pregunté después de un rato.
- Cris, olvídate de ellos.
- Es que me preocupan mucho… no les puedo ver así.
- Lo sé, mi niña, yo tampoco lo paso bien, créeme, pero nosotros no podemos hacer mucho.
- Pero podemos intentarlo.
Tom me cogió la mano.
- A lo mejor sólo tenemos que dejar que pase un poco de tiempo.
Le miré indecisa.
- ¿Tú crees?
- Sí. A lo mejor es eso, y si no, haremos lo que podamos.
Suspiré.
- De todas maneras, no es asunto nuestro. Y tú tiendes a preocuparte demasiado por la gente y no por ti misma, y eso no es bueno.
Le sonreí tristemente. Un mesero bajito y regordete nos trajo la cuenta, así que me dispuse a sacar mi cartera del bolso cuando Tom puso su tarjeta de crédito en la pequeña bandeja. Fui a protestar, pero Tom me cayó con un gesto de la mano.
-Quedamos desde el principio en que yo invitaba.
- Te odio.
- Yo también te amo.
Esperamos un rato hasta que nos devolvieron la tarjeta, y salimos del edificio cogidos de la mano.
- ¡Son ellos!
- Mierda – murmuró Tom.
Mil flashes impactaron en mi cara, y mil gritos de los papparazzi llenaron mis oídos. Tom me cogió rápidamente de la cintura y me condujo para un lado. Los periodistas, ansiosos de fotos y respuestas, nos seguían, pero Tom los intentaba apartar. Ellos nos acorralaban a veces, y nos lanzaban preguntas incomprensibles.
Cuando sentía que me iba a ahogar, llegamos al enorme coche negro de Tom, y nos metimos en él como si fuera nuestra protección, nuestra salvación.
- Fiuff… ya pensaba que no saldríamos con vida – suspiró Tom con alivio.
No respondí. Me había asustado muchísimo con todo el barullo.
- Sí que corren rápido las noticias – conseguí susurrar después de un rato, cuando Tom había arrancado el coche y nos habíamos alejado de la multitud.
- Bueno, ya no hay vuelta atrás, ya no eres anónima.
- Precioso…
- Pero estar con el chico más guapo del universo vale la pena, ¿no?
Solté una carcajada.
- ¿Acaso no es verdad?
Nos miramos fijamente. La verdad es que era así. Sus ojos marrones cada día parecían más bellos, sus labios cada vez más irresistibles. Y sólo hacía falta una sola caricia de sus manos para hacerme temblar del placer.
- Tú lo que eres es un creído – le dije en tono burlón.
Tom se rió y me besó en la mejilla.
- Al parecer no vamos a poder ir a ninguna parte o sí que no sobreviviremos…
- Ya…
- ¿Qué quieres hacer?
Mi móvil sonó.
- Ciao…
- ¿Cris?
No podía acostumbrarme a la voz quebrada que tenía Bill ahora, por más que la escuchara una y otra vez.
- Bill, ¿cómo estas?
- Ehm… ¿podrías venir? Para hacer algo juntos…
- Pues… claro, cómo no. ¿Estás en tu casa?
- Sí.
- Bueno, pues vamos para allá.
- Venga, adiós.
- Ciao.
Colgué.
- ¿Podemos ir donde tu hermano?
- ¿Es que ese tío no puede divertirse él solo?
- Tom, tienes que entenderle.
- Le entiendo, pero quiero estar contigo.
- Yo también, pero Bill nos necesita – le dije cogiéndole la mano.
Tom suspiró.
- ¿Cómo consigues convencerme tan rápido? – me preguntó.
- Eso es que me quieres.
Sonreí y le besé.
- Anda, vamos.
Después de un rato llegamos a la casa de los chicos. Bill nos estaba esperando.
- ¡Bill, hola! ¿Qué tal estás?
Bill sonrió y me abrazó. Luego saludó a su hermano.
- Bueno, ¿qué queréis hacer?
- Algo dentro de casa porque me da miedo salir… - dije mirando a Tom.
Bill me miró interrogante.
- Papparrazi – aclaró Tom.
- Ah – asintió -. Bienvenida al mundo de la fama, pequeña.
- Me tendréis que enseñar a posar antes la cámara – dije imitando las posturas de Bill en las galas -. Quiero salir bien guapa.
Bill se rió. Al menos mis poses habían surtido efecto.
- Pero tú eres guapa naturalmente.
- Sí, pero tengo que estar ESPLÉNDIDA para merecerme estar al lado de dos ángeles de este calibre.
Los dos sonrieron orgullosos.
- Bueno, tengo hambre, iré a ver qué tenéis en vuestra nevera…
- Pero, Cris, acabamos de tomarnos un chocolate…
- ¿Y tú te crees que eso llena después de un examen como el que he tenido hoy?
Me alejé hacia la cocina y abrí la nevera para ver qué había para picar. ¡Pero estos no tenían nada! Si es que los alemanes…
Volví al salón con los brazos cruzados donde estaban sentados, hablando en alemán.
- ¿Es que no tenéis nada comestible en esta casa?
- ¿Pizza de jamón? – preguntó Tom cogiendo el teléfono.
- A mi me parece bien, ¿Cris?
Suspiré.
- Venga, de jamón.
Me senté al lado de Bill mientras Tom se apartaba para escuchar mejor.
- Sin duda tenéis más guarradas en vuestro cuerpo que cualquier otra cosa.
Bill sonrió.
- Eso no puedo discutirlo.
- Conmigo eso se acabó, ¿eh? Aquí se come sano.
- ¡Sí señora!
Me reí. Al menos cuando estaba con él se alegraba un poco…
- Las pizzas llegan en 10 minutos – dijo Tom mientras se sentaba en el sofá y me pasaba un brazo por los hombros.
Le cogí la mano y me apoyé en su hombro. Estaba bastante cansada…
- ¿Vemos una película? – dijo Bill después de un rato.
- Venga, ¿dónde las tenéis? – pregunté levantándome del sofá.
- Ahí, en esa estantería.
Abrí la puerta de cristal y empecé a mirar los títulos… nada interesante…
- ¿No tenéis alguna película como… no sé, Moulin Rouge?
- ¿Moulin qué?
- Tom, no me digas que no sabes lo que es Moulin Rouge o me voy de esta casa ahora mismo.
Él me puso cara de puchero, haciéndome reír. Miré un poco más y vi un título que no había visto antes, y que me llamó la atención. Lo cogí y se lo enseñé interrogante.
- ¡Oh, esa es buenísima! – saltó Bill.
- Trae, trae que la ponga.
Tom me cogió la caja y yo, encogiéndome de hombros, me senté en el sofá.
La película empezó, y apenas dos minutos después ya se nos quitaba la respiración de la risa. Era una cosa tras otra. Dios mío, no me había reído tanto en tanto tiempo…
El tiempo pasó rapidísimo, nos tomamos las dos pizzas, y cuando la película terminó empezamos a charlar. Sin darnos cuenta ya era de noche.
- Madre mía, estoy agotada… - dije mientras me acomodaba en el sofá.
- Voy a por algo de beber, ¿alguien quiere?
BIll y yo negamos con la cabeza, así que Tom se alejó hacia la cocina.
- Ha estado bien, ¿eh? – dije después de un rato.
- Sí, me he divertido mucho.
Nos sonreímos. Se podía oír a Tom silbando una canción que yo adoraba, y que se la había puesto tantas veces que ya se la sabía de memoria.
- Cris…
- ¿Sí?
Bill se acercó a mí.
- ¿Cómo podré agradecerte todo lo que estás haciendo por mí?
Yo también me acerqué a él, y le besé la mejilla.
- Simplemente quiero que seas feliz.
- Y más después de lo que te hice por esa –
Le tapé los labios con un dedo.
- Lo que hiciste fue lo mejor que me ocurrió, descubrí a quién quería en realidad. Y además, la amas. Y ella te ama a ti.
- Eso no es verdad.
- Sí que lo es.
Él suspiró.
- A lo mejor el amor no existe…
- El amor existe, te lo aseguro.
Él me sonrió tristemente.
- Sí, sí existe. Lo veo en ti. Tú estás llena de amor. También lo veo cada vez que Tom y tú os miráis… Pero a lo mejor para mí no hay tanto.
- ¿Y entonces cómo demonios puedes escribir esas letras tan bellas?
No supo qué decir. Le abracé con todas mis fuerzas. Él me devolvió el abrazo.
- Todo se va a arreglar, Bill – le dije al oído -. Ya verás cómo se arregla.
- Gracias, Cris.
Bill me besó el pelo mientras suspiraba.
A todo esto llegó Tom, y cuando nos vio abrazados su mirada chispeó con algo que parecía… ¿celos?
CONTINUARÁ…